Mantener la objetividad en la vida.

Se dice fácil y para esto es necesario superar la influencia que tiene la actividad mental cotidianamente viéndose sometida a la cantidad de impresiones que recibimos. Ser coherentes manteniendo la atención en lo que decidimos tomar en cuenta, requiere de un enfoque constante y consciente que ayude a cuidar nuestro mundo interior.

Son infinitas las formas en que todo lo que vemos nos distraen de nosotros mismos.

Estar en casa, realizar las tareas del trabajo, las ocupaciones familiares, la atención y cuidado de la familia tienen hoy un peso diferente. A pesar de tener tiempo disponible sin presiones de horarios o con horarios tan flexibles, muchas veces no queda tiempo suficiente para dedicar atención a los espacios que requiere la meditación o el trabajo personal.

Reorganizarnos en todos sentidos es también hoy una parte de la gran tarea para no dejar del lado el cuidado que requerimos. 

Algunas personas tienen la posibilidad , maravillosa, de disponer de su tiempo ampliamente y aún así los distractores son poderosos ganando la atención y el tiempo para dedicarle trabajo al desarrollo de la consciencia.

Nada es más necesario en estos momentos que cuidar nuestro mundo interior, cuidar nuestras percepciones, emociones, respuestas, reacciones y hacernos responsables de ellas. Crecer en independencia y escuchar la voz interior, todo aquello que demanda nuestro ser y que es ignorado.

Es oportunidad de abrazarnos y amar lo que se revela en el diario acontecer de la intimidad y que solo nosotros podemos reconocer y aceptar. La presencia de las personas que nos rodean nos ofrecen fricciones que no hemos de desperdiciar para ayudarnos a vernos y a avanzar en el conocimiento que buscamos de nosotros mismos.

Nada está de más y nada sobra, todo representa la justa medida de lo que requerimos en cada momento para aprender algo.


Amelia Camacho Guerrero.

10 agosto 2020.

Discriminación.

Indudablemente el momento presente en que vivimos nos brinda magníficas oportunidades para elegir la experiencia que deseamos manifestar.

Por supuesto que esto requiere de la comprensión del conocimiento adquirido y mas aún de su aplicación.

Es como volver al rompecabezas que vamos armando cuando la información y vivencias que tenemos a lo largo de nuestra búsqueda van tomando forma y nos ofrecen respuestas que resuenan en el interior y permiten la comprensión de lo que buscamos.

Oímos muchas ideas, encontramos en otras voces las frecuencias y vibración de aquello que sentimos como nuestra verdad y que nos expone a verificar lo que recibimos.

Discriminar ahora y soltar lo que ya no consideramos útil es un paso hacia nosotros mismos, hacia lo que espera ser atendido desde hace mucho tiempo.

La experiencia humana se enfrenta a la necesidad de observar y atestiguar la realidad desde un nivel de consciencia diferente. A ser capaces de elegir desde el interior. A escuchar la propia voz y dar poder al saber interior, ése que ha estado siempre ahí y que por escuchar y considerar a otro mas elevado, ha impedido recuperar el poder cedido a otros.

Es momento de reflexión profunda y de tomar en cuenta que lo aprendido tiene que ser sometido al minucioso escrutinio de la consciencia actual.

Estar en casa, nuestra casa interior, disponiendo de tiempo y oportunidad para lograrlo depende de que reconozcamos el objetivo de todo esto. De que veamos todo desde una dimensión de consciencia superior, de que no nos estanquemos en las formas de pensar que hacen que veamos la realidad con la inconsciencia en la que hemos vivido.

Abrir los ojos de la consciencia, inteligentemente, en plena atención a uno mismo, en la certeza de lo que somos, en la comprensión de la transformación que deseamos manifestar al recordar nuestra esencia y verdadera identidad.


Amelia Camacho Guerrero.

1 agosto 2020.

Día del no tiempo.

Para los mayas este día es un día lleno de bendiciones y de cambios. Día de transformación y de creación. Inicio, principio de algo diferente.

Desprendernos de todo lo imaginario, lo falso, todo aquello creado para no ver la realidad de nosotros mismos.

Muchas imágenes de todos, ideas que nos impiden relacionarnos con las personas tal como son evitando la creación de expectativas que nunca se cumplen.

Hoy es día para despertar del sueño creado por la inconsciencia, por la ignorancia.

Día para tener el valor de vernos y aceptarnos en toda nuestra riqueza y magnificencia. Día para renacer y crear algo nuevo.

Todo lo que sucede en el mundo nos ha conducido ya a hacer las cosas de formas diferentes, la realidad actual de inesperada manera, ha cambiado el interior y el exterior dándonos la oportunidad de soltar las anteriores actitudes y actividades cotidianas para realizar los cambios necesarios.

La sabiduría Maya nos muestra que éste tiempo, del no tiempo, es para dejar ir lo que ya no construye, lo que ya nunca será de la misma manera. Dejar ir, crear todo nuevo con actitud de aceptación y consciencia.

Momentos extraordinarios que nos toca vivir. Tiempos de crecimiento y evolución. Por voluntad o por fuerza responderemos, con lo que cada uno tenga.

Iniciemos el nuevo año fluyendo en una creación consciente de la vida que queremos experimentar.


Amelia Camacho Guerrero.

25 julio 2020.

Renunciacion.

Escuchamos repetidamente que el trabajo personal requiere de soltar y desprenderse de creencias, ideas, apegos y desaprender mucho de lo que hace que nuestras respuestas sean condicionadas por lo que ha quedado grabado a fuerza de la repetición de estímulos y manera en que hemos vivido.

Deshacerse de creencias, hacer cambios que modifiquen la conducta y todo lo que hace que la consciencia se exprese, es producto de la voluntad de cambio en la vida personal.

Sin embargo podemos caer en la ilusión de haberlo conseguido y esto no será más que el auto engaño al creer que estamos haciendo una transformación que necesita mucho más que solo información que nunca alcanza un profundo nivel de comprensión.

Trascender las creencias implica ir por encima de lo aprendido y salirse de lo condicionado, romper con todo aquello que nos obliga a actuar por uno mismo. 

Rendirse para dejar de nutrir al ego.

Esto puede ser engañoso porque simplemente otro aspecto del ego nutre una personalidad espiritual que satisface la nueva creencia, que resulta ser solo una ilusión nueva.

Renunciar es el resultado del conocimiento personal y de la consciencia que percibe la realidad de manera diferente. Decisión para cambiar. Valentia para aceptar lo que somos y hemos estado ocultando por la ignorancia de nosotros mismos.

Descubrir que la fuerza interior está en nosotros y que podemos confiar en nosotros mismos. Esto hará que la renuncia sea evidente y nos separe de la inconsciencia al responder desde los condicionamientos y creencias aprendidas.

Tomarnos en cuenta y confiar en nuestra propia voz.


Amelia Camacho Guerrero.

22 julio 2020.

Suerte ?, Fortuna ?, Casualidad ?, Causalidad ?

¡¡ No !! Solo sincronía. Ya que todo es energía y ésta se manifiesta en frecuencias vibratorias, todo responde a las leyes cósmicas que rigen el universo.

La ley de vibración, la ley de correspondiencia son las maneras en que éstas leyes se expresan.

Nuestros actos y experiencias responden a las sincronía con las frecuencias que cada circunstancia tiene, las personas emanamos una frecuencia que se sintoniza con lo que le corresponde.

De esta manera nada está fuera de la ley que le corresponde.  Por ello, eso que a veces repetimos mecánicamente, como que siempre estamos en el lugar correcto y con las personas correctas puede ser comprendido bajo el conocimiento y comprensión de las leyes fundamentales del universo.

Todo encuentro, toda relación, está respondiendo a la frecuencia que le corresponde. Nada sucede por casualidad.

Por eso podremos comprender lo importante de tener una vida armónica y plena que nos permite experimentar la creación de la realidad que deseamos.

Conocernos ampliamente, aceptarnos en todas las formas posibles, es necesario para expresarse en una vibración más alta.

Al tener consciencia de uno mismo vivimos en la responsabilidad de lo que somos, hacemos y pensamos generando coherencia y armonía con todo lo que nos rodea.


Amelia Camacho Guerrero.

17 julio 2020.

Valorar lo que somos.

Hemos adquirido información suficiente para darnos cuenta de que no somos lo que hasta ahora hemos creído que somos.

Escuchamos y tal vez resonamos con las palabras que en nuestro interior vibran con la verdad que vive ahí dentro.

Sabemos y entendemos mucho porque todo pasa por el filtro mental que analiza y piensa en lo que recibe. Hoy es momento de sentir con el corazón y acudir a la intuición, al saber interior y darle valor.

Recordar y aceptar que hay una sabiduría oculta que no reconocemos porque no confiamos en nosotros mismos. Al vivir en el descuido e ignorancia de nosotros dudamos de lo que el corazón nos dice.

Sentir la verdad de lo que aprendemos. Sentir la confianza de recordar nuestra esencia y aceptar la vibración que nos conecta con todo es necesario en este tiempo. Los obstáculos que hemos creado con todo el condicionamiento aprendido a lo largo de esta experiencia se derrumban y crean una maravillosa oportunidad de expresar lo que somos.

Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Somos la manifestación de dios en este plano. Somos creadores de la realidad que experimentamos. Somos energía que vibra de acuerdo a lo que hay en nuestro interior. Tenemos todo lo necesario para vivir en armonía. La consciencia suprema nos asiste porque de ella estamos hechos. El amor es nuestra esencia y eso es la manifestación de la mas elevada consciencia.

El poder creador que podemos expresar está en nosotros.

Recordar esto en todo momento, es la tarea cotidiana. Valorar lo que significa es despertar a una realidad consciente para vivir el momento presente.


Amelia Camacho Guerrero.

10 julio 2020.

La importancia de escuchar.

La buena comunicación en estos momentos hace que tomemos en cuenta la realidad y las verdaderas necesidades que hay que atender.

Nuestro desarrollo psicológico ha sido deficiente y hoy se manifiestan respuestas y acciones que lo demuestran.

Las personas requieren presencia, atención, compañía y apoyo. Las actuales circunstancias no lo permiten y los estados emocionales demandan actitudes y comportamientos que nos permitan,a todos, el brindarnos ayuda y solidaridad para superar los eventos cotidianos.

Todos podemos hacerlo. Todos podemos darnos una oportunidad para hacer algo por los demás. Estamos aprendiendo nuevas formas de convivencia. Estamos creciendo y desarrollando relaciones con todo de formas que nunca hubiéramos imaginado.

La vida hoy nos coloca en una posición en la que, tal vez, nunca habíamos estado.

Es momento de reflexión y de acciones, primero hacia nosotros mismos y luego hacia los demás. Hemos estado mucho tiempo en casa conviviendo con los seres queridos y ahí hemos encontrado fricciones que nos ha costado mucho trabajo reconocer y aceptar. Ahora vemos nuestras propias deficiencias para vivir en paz.

Todo hace que surja el trabajo personal y la respuesta que brota de manera espontánea si es que ya forma parte de cada uno. Es momento de verdad. Es momento de dar. Tiempo para compartir lo ganado en el trabajo personal.

Nada podemos hacer para cambiar el ritmo del acontecer cotidiano. No hay circunstancia alguna que podamos controlar.  Nuestras respuestas son lo único que podemos conducir y eso será desde lo que hay en el interior.

La propuesta es atendernos en la observación de todo lo que sucede en nosotros para estar en las mejores condiciones de ayudar a los demás desde el bienestar propio.

Seamos solidarios y sinceros con nosotros y así podremos brindar esa misma solidaridad a otro.

Ignoramos lo que cada persona vive, sus percepciones, sus emociones y circunstancias, eso no es posible saberlo. Ofrecer nuestra comprensión, nuestra atenta y compasiva escucha será un regalo , para nosotros y para los demás.


Amelia Camacho Guerrero.

1 julio 2020

Desaprender.

A lo largo de la vida hemos estado en contacto con el conocimiento y este nos ha dado infinitas posibilidades de encuentros y desencuentros, de múltiples oportunidades de elección de todo aquello que nos interesa y tambien de retener mucho que ni siquiera nos damos cuenta que, más tarde, representa una carga de información que estorba y que necesitamos descubrir.

Desaprender puede resultar muy complicado. Se requiere de calma y observación, de honestidad y reconocimiento, de voluntad y esfuerzo.

Las miles de impresiones que captamos nos dan utilidad y servicio, por ello las usamos y repetimos hasta grabarlas en el comportamiento ordinario de tal manera que van formando parte de la respuesta diaria.  Así creamos una identidad necesaria para vivir. Hacemos muchas cosas que fueron adquiridas de todo y de todos.

Construimos nuestra falsa identidad con costumbres, creencias, ideas, paradigmas, formas de pensar sin percibir que esto ha sido aprendido, no es la naturaleza de lo que somos.

Como no sabemos quiénes somos, nos creamos una identidad , a la cual nos apegamos y por supuesto que no es fácil desprenderse de ella, porque no tenemos nada que poner en su lugar. Sería como quedarnos vacíos. Defendemos todo lo que nos de sentido. Creemos que es lo que somos. Vivimos un autoengaño. La ignorancia fortalece el sueño de creer que nos conocemos y es doloroso ver cómo nos inventamos y además así también inventamos a los demás.

Soltar toda la falsedad , el engaño, la ilusión, desaprender lo que nos ha sostenido en la vida resulta el mas grande reto para el crecimiento personal.

Aprender a vivir en este mundo y no pertenecerle, aprender a discriminar entre lo que es y lo que creemos que es, implica soltar convencionalismos y liberarlos, ver a través de la consciencia que ha despertado del sueño de la ignorancia.

La liberación de la mente. La responsabilidad de pensar en vez de aceptarlo todo. La gran capacidad de elección que tenemos unida a la consciencia. La libertad mental en paz y armonía interna, el amor que se convierte en cada respuesta y cada acción y que facilita la experiencia humana en este plano.


Amelia Camacho Guerrero.

29 junio 2020.

Cambio en la forma de pensar.

Esta es una sugerencia muy repetida en el proceso de crecimiento de la persona.

Hacer una transformación real en nosotros provoca la necesidad de observar la forma en que vivimos y el resultado que obtenemos de los pensamientos y emociones que nos acompañan.

No somos conscientes de lo que construimos con la forma en que significamos todo lo que hacemos.

Imitamos actitudes y comportamientos como lo hicieron las personas que nos educan, lo que la sociedad y la escuela enseñan, repetimos sin pensar. Así damos significados con cargas emocionales exageradas a todo lo que nos rodea.

El trabajo, la familia, la pareja, los hijos, el dinero, el coche, los objetos, todo tiene un significado propio del cual no somos conscientes.

Pensar equivocadamente produce sufrimiento y apego. Reconocer la diferencia entre un significado erróneo y uno sano ,libera de la carga emocional que ata y encadena.

Asumir la creación de los significados y responsabilizarse de ellos nos aleja de la inconsciencia y del sufrimiento, de la culpa y de las expectativas de que alguien cumpla lo que ni siquiera sabe lo que esperamos de ella.

La liberación es bilateral. Nos soltamos y soltamos a los demás.

Los apegos son productos del ego.


Amelia Camacho Guerrero.

22 junio 2020.

Soltar, liberarse.

Dejar ir todo lo que representa un apego tanto a cosas, personas, emociones, ideas, aprendizajes, creencias, costumbres y paradigmas que con la realidad actual se ven sacudidos y cada persona afronta de acuerdo a su propia percepción.

Dentro de los muchos trabajos que cada persona realiza para su crecimiento personal encuentra los obstáculos que le impiden la liberación de la mente.

Esto se identifica como apego, adicción o hasta obsesión, lo cual resulta un arduo trabajo de introspección.

No para todos es sencillo reconocer ésto. Aceptar que vivimos tan dependientes de tantas cosas equivale a a desnudarse emocionalmente y vernos vulnerables.

El ego fortalecido se nutre de inconsciencia. Se defiende impidiendo reconocer y aceptar lo que le quita poder.


Amelia Camacho Guerrero.

22 junio 2020.