Ansia de libertad.

Todos hemos sentido el deseo de vivir en libertad aunque no nos demos cuenta de que esta experiencia depende de factores que no tomamos en cuenta. El deseo de liberarnos es un impulso que nace de la consciencia que quiere despertar y ayudarnos a discernir entre lo que vivimos y lo que queremos experimentar. Exigimos libertad para hacer algo, para pensar y expresar nuestro sentir, nuestras opiniones, para tomar decisiones, actuar sin restricciones y para mucho más.

Vemos limitaciones y no asumimos nuestra participación en la creación de obstáculos que impiden que podamos manifestar la experiencia de vivir en la forma en que deseamos.

La forma en que hemos sido educados, la manera en que adquirimos ideas, creencias, condicionamientos, imposiciones sociales, religiosas o de cualquier otro tipo han introducido los bloqueos que nos han hecho pensar que la ausencia de libertad se debe a todo lo externo.  Por ello el clamor de libertad va hacia las condiciones de la vida que tenemos.

Pedimos ser liberados y no nos percatamos de que la libertad nos la damos nosotros.

Los grilletes que significan las creencias y los paradigmas adquiridos se han vuelto tan comunes que nos hemos acostumbrado a vivir con ellos.

Por ello cambiar nuestra forma de pensar nos libera y nos cambia.

El deseo de libertad es un deseo de evolución, un deseo de la consciencia y de la sabiduría interna que invita al cambio.  Desaprender lo aprendido, soltar las ataduras, crecer psicológicamente, desarrollar la inteligencia emocional hará que podamos vivir en aceptación y libertad.

Libertad de pensamiento, libertad de sentimiento, libertad de acción, libertad en consciencia de nosotros mismos con la responsabilidad que todo ésto implica, es evolucionar.

Es una labor personal y nadie puede hacer nada por nosotros, su logro es cumplir con el objetivo de estar aquí.


Amelia Camacho Guerrero.

26 agosto 2020.