Nostalgia por lo que ya pasó.

Recordar con tristeza y deseo de que todo siga siendo como ha sido hasta ahora es un momento que hará que nos desconectemos de nosotros mismos y que repitamos lo ya vivido impidiendonos crear nuevas formas de experimentar la realidad que hoy nos toca vivir.

Aceptar que la realidad nos da oportunidades de creación en un nivel de consciencia distinto es crecer en una condición de conocimiento y descubrimiento de talentos y habilidades que solo con cambios y maneras de pensar actualizadas podremos conseguir.

Anclarnos en lo conocido cierra las puertas al futuro que estamos creando con material nuevecito que procede de la evolución que todos estamos experimentando.

Todo lo que hemos hecho para encontrar las respuestas que nuestro ser necesita están en la búsqueda realizada durante mucho tiempo y ahora es el momento de crear un escenario diferente.

La comprensión que hayamos logrado es el ingrediente principal para ésta creación. La información acumulada es inútil si no ha pasado por el filtro de la experiencia que conduce a la apropiación de lo comprendido.

Desaprender es un proceso necesario en el camino que hemos elegido.

Soltar voluntariamente aquello que percibimos como inútil y que ha dejado de tener vigencia en este tiempo, ayudará a no regresar a los estados de inconsciencia en los que hemos estado.

Lo vivido por bueno y hermoso que haya sido , ya fué. Lo pasado por doloroso y fuerte que haya sido, también ya fué.

Cada evento experimentado fortaleció nuestro sistema nervioso con las emociones que lo acompañaron y es gracias a las experiencias que hoy podemos sentir una fortaleza emocional que requerimos para exponernos a los cambios que estamos viviendo.

La debilidad emocional ha de superarse para ser capaces de trascender los eventos que la vida actual nos presenta. Todo impacta, todo puede sacudirnos muy severamente y sin embargo tenemos que aprender a centrarnos en el interior y ser testigos de la realidad con la consciencia más elevada que podamos alcanzar.


Amelia Camacho Guerrero.

29 agosto 2020.