Ser o no Ser tiene sentido cuando suelto la necesidad de que el mundo externo me aporte la posibilidad de cambio.
Si el mundo me nutre con lo que yo quiero, estoy bien ,y si no, mi mundo interno se destroza.
Vivir del afuera no da la oportunidad de manifestar armonía interna. Vivir como testigo de los eventos externos y ser capaz de aceptar en totalidad aquello que no me compete, facilita soltar las dependencias. Aquí se manifiesta la inmensa capacidad del Ser, que puede vivir en balance entre lo que sucede afuera y lo que se vive en el interior.
Aprendemos a depender de todo y de todos y esa energía ya no funciona para ayudarnos es nuestra evolución.
Tomar una responsabilidad ,es decir , generar una habilidad de respuesta diferente, implica no permitir que tantos " yoes " me desvíen de mi propósito fundamental de vida, haciendo que la atención se centre en lo que yo elijo , Ser yo o Ser lo que el mundo decide por mí.
Los "yoes" no son ni buenos ni malos, ni positivos ni negativos. Son como son.
Salirnos de esta dualidad nos acerca a la objetividad de Ser. Aceptar las cosas como son, tiene una conotación muy importante que nos conduce la comprensión del conocimiento que se adquiere por la experiencia personal.
La boca y su impulso mecánico para repetir ideas puede hacernos creer que ya hacemos lo que no hacemos y nos lleva nuevamente a un ilusión de desarrollo. La experiencia cotidiana nos da miles de impresiones que nos invitan a darnos cuenta del nivel de comprensión que vivimos y observar nuestro estado interno y el nivel de paz interior que generamos será el indicador de esto.
El conocimiento , la información , cursos, lecturas , etc., orientan , pero nada sustituye la experiencia personal que se vive con la aplicación de lo que se aprende, con la constante observación de uno mismo, el cambio en la manera de pensar y mas que nada en el compromiso y la voluntad de cambio.
Amelia Camacho.
Mayo, 2013.