Detrás de cada persona, la experiencia de vida, encierra misterios que a la sola presencia, parecieran invisibles.
Es a través de las palabras, de escuchar y descubrir a otros, que vemos, que podemos darnos cuenta del océano de impresiones que se ocultan tras de unos ojos y anidan en un corazón.
Las historias están en cada ser, en cada persona. Cada historia revela el camino y los pasos dados, cada momento, cada emoción, cada sonrisa, cada silencio, cada lágrima, etc.,
Puedes acumular años y nunca advertir lo que hay dentro del otro, pero también puedes ignorar el inmenso valor de lo vivido por ti mismo.
Almas increíblemente fuertes que superan momentos que solo el que los vive conoce y que los construye como grandes personajes de la vida.
En cada persona hay una desconocida historia que no es comparable con ninguna otra. Los ojos del corazón lo valoran y despiertan el reconocimiento y el amor al conocer las travesías de almas que recorren un camino de enseñanza y de valor, de amor y de inmensa comprensión.
Solo uno y cada uno sabe la trama de cada obra y solo uno puede reconocer al héroe de cada capítulo. Solo uno puede ver a los actores en su particular teatro de la vida.
Todos merecen reconocimiento y aplausos porque forman la historia de una humanidad llena de trazos diferentes y matices diversos donde hay tanto que admirar, momentos únicos y especiales para cada persona. Ahí no hay cabida para las críticas ni las fantasías, todo es como es, como fué y no como podría o debía ser.
Para el creador puede haber obras no satisfactorias, pero siempre habrá nuevas creaciones, nuevos intentos y nuevas oportunidades, infinitas formas de continuar.
Las variantes son muchas, mas todas son inspiradoras, todas recuerdan el inmenso poder que yace en cada ser, y la divina fuerza de recuperación que todos tenemos ante cualquier circunstancia.
" Donde hay vida .....hay esperanza." Stephen Hawking.
Amelia Camacho Guerrero.
27 Enero 2015.