Cambiar de escenario , movernos de donde regularmente habitamos, es una oportunidad para entrenar a nuestro ego a salirse de lo que lo pone comodo y le gusta. Esas experiencias hacen que aparezca lo que se ha aprendido y salga, lo que, en terrenos muy conocidos no se manifiesta ya que todo pareciera bien controlado.
Salir y movernos, buscar alternativas distintas, enfrentarnos a situaciones diferentes, a relaciones y condiciones no habituales hace que el ego se sacuda y proteste por sacarlo de su comodidad...de su sueño.
Observarnos en las diferentes condiciones a las que nos exponemos ,nos despierta, nos pone alertas, nos ayuda a darnos cuenta de que, crecer en consciencia, no es leer,no es aprender de memoria nada, tampoco hacer rituales o hacerlos, tomar cursos, o recibir respuestas dificiles y complicadas. Por supuesto que toda la informacion ayuda a tener una comprension mayor de uno mismo y tener donde colocar lo comprendido. Pero la aplicacion viene de manera suave ante cada experiencia y surge con la naturalidad de lo que ya nos pertenece , de eso que, por ser natural se lleva a cabo tan facilmente como caminar o cualquier otra funcion.
Ponernos a prueba con los cambios de manera voluntaria es ganar consciencia y buscar un crecimiento que, nos expone a fricciones y las fricciones son siempre momentos de ayuda para crecer, aunque a veces no nos lo parezca.
La existencia completita siempre nos asiste para continuar en el proceso de desarrollo y evolucion. Hay que tener los ojos abiertos y la mente clara para ver las señales y aprovechar todos los momentos en nuestro beneficio.
Amelia Camacho Guerrero.
12 Octubre 2016.