La Herencia de una Madre.

" LA MEJOR HERENCIA DE UNA MADRE A UNA HIJA ES HABERSE SANADO COMO MUJER."

CHRISTIANE NORTHRUP.

Cualquier mujer, sea o no sea madre, lleva consigo las consecuencias de la relación que ha tenido con su progenitora. 

Esta idea hace que podamos ver la historia de nuestra vida con atención hacia una relación muy importante en nuestro desarrollo personal. 

Las miles de cosas que aprendemos en esa convivencia marcan comportamientos que son transmitidos de generación en generación.

Por eso es que revisar la información recibida desde esa profunda conexión ayudará no sólo a nosotras sino también a nuestras hijas y nietas. 

Todas las mujeres podemos hacer algo por el desarrollo y armonía de la familia y una de ellas sería, sanarse en beneficio de los que más amamos.

Comprender la importancia que han tenido los efectos de la crianza en nosotras facilita comprendernos y sanarnos transformando así la crianza de las generaciones posteriores.

Al sanarnos, sanamos  a los que amamos y ayudamos a la humanidad entera.

Somos parte fundamental de la historia de la vida de otros y darnos cuenta de esto es tomar conciencia de la responsabilidad que hay en la divina tarea de la maternidad. 


Amelia Camacho Guerrero. 

25 Noviembre 2017.

El privilegio del ser consciente.

Gracias! Esta es una expresión que proviene de la consciencia. Solo aquel que se da cuenta de lo que recibe es capaz de manifestar amplia y sinceramente su agradecimiento.

No es cuestión de tener buenos hábitos o haber sido bien entrenado para tener relaciones sociales aceptadas en el mundo en que vivimos, es mucho más que un acto repetido por costumbre o por obligación o simplemente por buenas maneras. 

Agradecer es el resultado de la consciencia, de aquel que valora lo que recibe y aprecia la generosidad, la bondad, la actitud para dar lo que se nos ofrece.

Dar y recibir es todo un placer que empieza por uno mismo. 

Tener un día dedicado a la acción de dar las" gracias " es un buen momento para celebrar el nivel de atención que se tiene para detenerse y reflexionar sobre lo mucho que hay que agradecer en la vida cotidiana.

Regalar un pensamiento (frecuentemente) para reconocer que todo el bienestar de que se disfruta tiene la participación de infinidad de personas anónimas, muchas que ni siquiera saben , ni sabrán, que siento profundo agradecimiento por todo lo que hacen por mi y para mi, gracias a los que hacen posible que yo viva como lo hago, aportando cada día servicios aparentemente invisibles pero que facilitan que yo disponga de tiempo para ocuparme de otras cosas.

Solo siendo consciente de todo se valora lo que se recibe. 

Es importante tener en cuenta este día, todos los días, celebrando que se es capaz de ver la increíble abundancia que siempre nos rodea y desde el corazón,  con intenso amor,  sentir el "agradecimiento" producto de la consciencia.

Feliz día de Gracias, ojalá que tu corazón sea el lenguaje del Ser que manifiesta su agradecimiento en la proporción de la abundancia que disfruta. 


Amelia Camacho Guerrero. 

23 Noviembre 2017. 

Alcanzar la Luz.

Lo que ha significado la meta del desarrollo personal durante muchos años, hoy es visto de manera más profunda y más sencilla. 

Lo aprendido en tanto tiempo, hoy da una perspectiva diferente a la forma de vivir la experiencia humana. 

Todo lo acumulado ha de ser filtrado por la comprensión ganada por la experiencia que ha dejado huella en su proceso. Esta huella ha sido la forma en que hoy la conducta, la comunicación y el proceder en cada acto de la vida se manifiesta con una consciencia desarrollada y manifiesta responsabilidad con respuestas conscientes que acercan a la aceptacion de todo lo que se vive.

Nada ha sido fácil ni inútil, gracias a ello estamos en el lugar en que nos encontramos. 

Hoy hemos de vivir, vivir, vivir todo con amor, con la aceptacion de que estamos aquí para seguir experimentado conscientemente cada realidad que creamos, sin lamentaciones y con el claro propósito de lo que nos trajo a nuestro mundo.

Alcanzar la Luz es habernos dado cuenta de que anclamos la luz viviendo en amor y en consciencia cada momento de la vida.


Amelia Camacho Guerrero. 

19 Noviembre 2017.

Trabajo en equipo.

Estar en la nueva frecuencia implica que hay que aplicar nuevas normas para relacionamos con todo. Hasta ahora las formas han sido muy individuales y en la competencia que se ha aprendido para que todo sea favorable para tener el éxito y así poder lograr un lugar en el mundo.

La búsqueda de el éxito ha hecho que las personas se olviden de compartir sus experiencias y sus esfuerzos con los demás y esto ha dificultado el crecimiento en grupo. 

No se sabe compartir porque todos quieren el protagonismo, no hay suficiente apoyo para que el trabajo sea un instrumento de crecimiento y creatividad, por lo contrario, es una manera de demostrar lo que cada uno necesita para notarse y fortalecer el ego, tan deseoso de alimento. 

Un equipo consciente ayuda y se ayuda a superar las características personales que impiden compartir lo que se sabe y lo que se tiene. El control, el poder, la rigidez de ideas, la inflexibilidad, la imposición que se ha aprendido para sobrevivir ahora ha de ser superada para soltar todo lo que entorpece el camino hacia la evolución. 

En otro tiempo fueron útiles estas estrategias, más ahora han de convertirse en la experiencia que debilite el ego y así poder obtener mejores resultados. 

Siempre es posible encontrar personas que aporten participaciones diferentes y esto ayudará a la manifestación de nuevas formas de resolver las cosas. 

Cambiar la forma de hacerlo todo, no es fácil para alguien que no cambia su manera de pensar. Vivir en aceptacion puede convertirse en un reto muy difícil, hay que vencer características que no son evidentes en cada uno y al ser así, la tarea es una resistencia constante. Todos están en contra y hay mucha violencia que no se diluye. 

La humildad es un ingrediente que puede ayudar y que facilita que la soberbia se deje a un lado.


Amelia Camacho Guerrero. 

19 Noviembre 2017.

Meditación 11:11


Magnífica reunión para el día de recordar la esencia de lo que somos. 

Tiempo para entrar en contacto con uno mismo y unir las acciones que favorezcan el trabajo en equipo, que es el principal objetivo del momento que vivimos. Saber que la unión es fundamental en la vida y compartir con todos es lo que nos dará la libertad y la fe en lo que somos al sentir la unidad con el todo.

Observarse y darnos cuenta de que el fin del trabajo, que de esta manera realizamos,  tiene un sentido único y universal para cada uno y para la humanidad entera.


Amelia Camacho Guerrero. 

12 noviembre 2017.

Hablar lo que quieras y expresar lo que sientes.

Esto parece muy sencillo y aparentemente todo el mundo lo hace, no es tan fácil como algunos lo creen. 

Para algunos el decir lo que quieren es manifestar las ideas que se vienen a la mente tal y como aparecen sin importar lo que sea y la justificación para ello es que así es su manera de ser directos, claros y verdaderos. La verdad es que no es así. 

No siempre es adecuado dejar que las ideas salgan sin pasarlas por el filtro de la consciencia. Nadie tiene que aceptar nuestras palabras como a veces pretendemos que otros las acepten. No siempre tenemos la razón en lo que decimos y nuestras opiniones son sólo eso, opiniones que nadie tiene obligación de aceptar. Si bien tenemos la libertad de decir lo que pensamos, hemos de ser muy conscientes de que nuestra palabra tiene un significado que no siempre es compartido y tampoco tiene que serlo.

El poder de la palabra es enorme y conocer su fuerza es hacernos conscientes de lo que somos. 

Hablar es un privilegio y usar esta herramienta no ha sido aprendido suficiente como para aplicar su uso cotidianamente. 

Hablamos con mucho descuido y dejamos que las emociones conduzcan las palabras que salen por nuestra boca. No siempre esto es lo que queremos y más tarde lamentamos haber dicho algo que siendo cierto en nosotros afecta y lastima a otros.  Lo que sentimos es nuestra responsabilidad y hemos de procesarlo en nosotros para evitar dañar nuestras relaciones y afectar a otros culpandolos por lo que hay en nuestro interior.

La palabra es instrumento de comunicación y la habilidad lingüística que ganamos con una consciencia desarrollada se  manifiesta en la capacidad para lograr una expresión satisfactoria que favorezca la armonía en las relaciones interpersonales.

Callar ante la impulsiva necesidad de tener la razón, dejar de parlotear y saber escuchar son factores importantes a practicar para mejorar la calidad de nuestra comunicación. 

Sor Juana decia: " Habla para que yo te conozca ".

Nuestra palabra nos revela y nos descubre. 


Amelia Camacho Guerrero. 

7 Noviembre 2017.

? Como es tu nutrición?

Vemos en la actualidad información muy variada de las formas en que hemos de alimentar a nuestro cuerpo. La gama de productos es increíble y la calidad de ellos puede ser discutible. 

La moda y los estereotipos que el mundo impone son también puntos de enfoque para el que está pendiente de todo aquello que determina el sistema de creencias adquirido. 

Alimentar y alimentarse no es un asunto que haya estado en la mente de la gente. Esto  ha sido una actividad cotidiana correspondiente a la satisfacción de una necesidad básica, que por cierto, ha ocupado mucha atención. La publicidad se ha encargado de ello y no es la mejor forma de saber que es lo mejor que ha de consumirse.

Así como alimentarse bien es necesario, alimentar a los demás es también algo que requiere de nuestra atención. 

Ni siquiera nos hemos dado cuenta de que lo que hacemos y decimos, lo que ofrecemos y manifestamos en nuestro mundo es la forma en que damos alimento a los que nos rodean. Los lugares que frecuentamos, la música, la belleza que nos rodea, las conversaciones, las lecturas, las impresiones que incorporamos cotidianamente son alimento que digerimos sin darnos cuenta. 

Ser capaces de escoger adecuadamente nuestra alimentación equivaldría a tener consciencia de lo que nutre no sólo el cuerpo sino también la mente y el alma. 

Los cinco sentidos comen todo el tiempo. Asi como cuidamos los productos que cocinamos, así también cuidemos lo que seleccionamos para nuestros sentidos. De ello depende el mundo interior en el que siempre vivimos.


Amelia Camacho Guerrero. 

3 Noviembre 2017.

Discutir, intercambiar ideas, dialogar o pelear.

La comunicación que ayuda a tener una relación agradable y un buen intercambio de ideas es algo que para muchos es complicado y no fácil de lograr. En ocasiones la forma en que se lleva a cabo,  produce la exaltación de los participantes y lo único que se pretende es tener la razón en lo que se expone sin tener en cuenta la exposición de otras ideas.

Dialogar exige respeto, atención, consciencia y deseo de escuchar al otro. Ser capaces de aceptar que todos los demás tienen ideas diferentes y que cuando hablamos vamos a encontrar distintas  formas de pensar y de ver la realidad,  ayuda a poder disfrutar del arte de conversar.

Lo más común es querer tener la razón y tratar de imponer lo que se piensa.  Para muchos es ganar con argumentos que no permiten que los demás se expresen con libertad y confianza, tal vez porque aún no aprendemos a confiar en la capacidad de  exponer nuestra voz y nuestras ideas por temor a ser rechazados. 

Poder tener una discusión es poder hablar, poder escuchar, intercambiar ideas y opiniones aunque sean opuestas.

 Para ello hay que tener un significado correcto de la palabra discusión. Para muchos esta palabra es sinónimo de pelea. Para otros es violencia y agresión.

 Por eso evitan el desarrollo de esta habilidad que puede ser la manifestación de una capacidad lingüística favorable a la obtención de una comunicación satisfactoria. 

Por mucho tiempo la forma en que vivimos ha sido represiva en cuanto a decir y manifestar pensamientos e ideas. Todos hemos dependido de la opinión externa y así también aprendimos a ahogar nuestra propia voz hasta perder la confianza en lo que realmente queremos decir. Al hablar creemos que hay que pelear por tener la razón y perdemos la oportunidad de disfrutar de una buena conversación. 

El desarrollo psicológico de las personas permite que aparezcan habilidades que se pueden manifestar en armonía con los demás y que además brindan la posibilidad de una forma de vida diferente con una convivencia que estimula el respeto y la libertad de expresión. 


Amelia Camacho Guerrero. 

4 Noviembre 2017.

 


La muerte es la graduación de la vida.

Este evento puede verse de múltiples maneras, en todas ellas está presente el sistema de creencias adquirido o largo de la vida. 

Muchas ideas relativas a la muerte están ligadas la cultura y la tradición de cada lugar seguido por las costumbres que desde siempre se han mantenido en las familias y en los pueblos.

Al cambiar la consciencia, la forma de ver la realidad es diferente y eso hace que las viejas ideas sean obsoletas. Cambia la actitud ante la vida y ante la muerte. 

Vivir se convierte en un propósito primordial de la existencia y la muerte es vista como una transformación que se acepta como un acto de amor que se convierte simplemente en la culminación de la experiencia que se vino a conocer en este mundo. 

Vivir con toda intensidad todo lo que se quiere y aprender  a disfrutar y agradecer con toda la consciencia ganada brinda la oportunidad de estar listo para ese momento sin sufrir.

Esto implica que se ha aprendido mucho de la experiencia humana y que la armonía y la paz habitan en el interior de cada uno para poder considerarse graduado en esta etapa y estar listo para la próxima. La vida es eterna, la existencia en este mundo es temporal. 

Sea para todos la aceptación de la vida la aceptacion de la muerte. Sea para todos vivir en plenitud esta vida y llegar a la muerte sin miedo a perder la oportunidad de vivir por no arriesgarse a experimentar lo suficiente.

En una cultura de sufrimiento esto puede parecer imposible, pero la evolución de la consciencia hace posible que el sufrimiento no sea la forma de vida que se elija y se opte por el camino del conocimiento y la maravillosa trascendencia de la humanidad.


Amelia Camacho Guerrero. 

19 Octubre 2017.

La luz y la sombra.

El trabajo en consciencia es algo más que pretender solo la iluminación. La tarea consiste en unir y conciliar la luz y la sombra. Ambas van de la mano y la una impulsa a la otra para nutrir al ser que somos. 

No hay luz sin sombra y no hay sombra sin luz. 

Ocultar una de ellas impide la realización del encuentro con nosotros mismos. Esto significa que hay que hacer el trabajo completo ayudándonos viendo la totalidad de la experiencia vivida, para así expandir la consciencia de lo que hemos de reconocer en la realidad que hemos creado.

La negación de cualquier aspecto de nuestro ser humano retrasa el avance en el camino del desarrollo de la consciencia ganada.

Nada se puede hacer sin unir las fuerzas que nos han acompañado para poder alcanzar la paz. 

Estar en constante atención para mantenernos en el centro y no dejar que el equilibrio se pierda, es una visión que nos permite ver la vida de forma muy diferente.

El corazón guía la experiencia y desde ahí todo resulta muy distinto. 

Conocerlo todo con aceptación de lo que se reconoce y se descubre, hace este camino más sencillo y disfrutable,  dándonos el placer de cumplir con la misión de gozar y vivir en amor y armonía con todo.

Los seres espirituales que somos hemos de vivir la experiencia humana con amor y agradecimiento, con alegría y felicidad, con formas de pensamiento adecuadas al proceso de desarrollo y evolución que cada uno ha elegido.


Amelia Camacho Guerrero. 

18 Octubre 2017.