Suerte ?, Fortuna ?, Casualidad ?, Causalidad ?

¡¡ No !! Solo sincronía. Ya que todo es energía y ésta se manifiesta en frecuencias vibratorias, todo responde a las leyes cósmicas que rigen el universo.

La ley de vibración, la ley de correspondiencia son las maneras en que éstas leyes se expresan.

Nuestros actos y experiencias responden a las sincronía con las frecuencias que cada circunstancia tiene, las personas emanamos una frecuencia que se sintoniza con lo que le corresponde.

De esta manera nada está fuera de la ley que le corresponde.  Por ello, eso que a veces repetimos mecánicamente, como que siempre estamos en el lugar correcto y con las personas correctas puede ser comprendido bajo el conocimiento y comprensión de las leyes fundamentales del universo.

Todo encuentro, toda relación, está respondiendo a la frecuencia que le corresponde. Nada sucede por casualidad.

Por eso podremos comprender lo importante de tener una vida armónica y plena que nos permite experimentar la creación de la realidad que deseamos.

Conocernos ampliamente, aceptarnos en todas las formas posibles, es necesario para expresarse en una vibración más alta.

Al tener consciencia de uno mismo vivimos en la responsabilidad de lo que somos, hacemos y pensamos generando coherencia y armonía con todo lo que nos rodea.


Amelia Camacho Guerrero.

17 julio 2020.

Valorar lo que somos.

Hemos adquirido información suficiente para darnos cuenta de que no somos lo que hasta ahora hemos creído que somos.

Escuchamos y tal vez resonamos con las palabras que en nuestro interior vibran con la verdad que vive ahí dentro.

Sabemos y entendemos mucho porque todo pasa por el filtro mental que analiza y piensa en lo que recibe. Hoy es momento de sentir con el corazón y acudir a la intuición, al saber interior y darle valor.

Recordar y aceptar que hay una sabiduría oculta que no reconocemos porque no confiamos en nosotros mismos. Al vivir en el descuido e ignorancia de nosotros dudamos de lo que el corazón nos dice.

Sentir la verdad de lo que aprendemos. Sentir la confianza de recordar nuestra esencia y aceptar la vibración que nos conecta con todo es necesario en este tiempo. Los obstáculos que hemos creado con todo el condicionamiento aprendido a lo largo de esta experiencia se derrumban y crean una maravillosa oportunidad de expresar lo que somos.

Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Somos la manifestación de dios en este plano. Somos creadores de la realidad que experimentamos. Somos energía que vibra de acuerdo a lo que hay en nuestro interior. Tenemos todo lo necesario para vivir en armonía. La consciencia suprema nos asiste porque de ella estamos hechos. El amor es nuestra esencia y eso es la manifestación de la mas elevada consciencia.

El poder creador que podemos expresar está en nosotros.

Recordar esto en todo momento, es la tarea cotidiana. Valorar lo que significa es despertar a una realidad consciente para vivir el momento presente.


Amelia Camacho Guerrero.

10 julio 2020.

La importancia de escuchar.

La buena comunicación en estos momentos hace que tomemos en cuenta la realidad y las verdaderas necesidades que hay que atender.

Nuestro desarrollo psicológico ha sido deficiente y hoy se manifiestan respuestas y acciones que lo demuestran.

Las personas requieren presencia, atención, compañía y apoyo. Las actuales circunstancias no lo permiten y los estados emocionales demandan actitudes y comportamientos que nos permitan,a todos, el brindarnos ayuda y solidaridad para superar los eventos cotidianos.

Todos podemos hacerlo. Todos podemos darnos una oportunidad para hacer algo por los demás. Estamos aprendiendo nuevas formas de convivencia. Estamos creciendo y desarrollando relaciones con todo de formas que nunca hubiéramos imaginado.

La vida hoy nos coloca en una posición en la que, tal vez, nunca habíamos estado.

Es momento de reflexión y de acciones, primero hacia nosotros mismos y luego hacia los demás. Hemos estado mucho tiempo en casa conviviendo con los seres queridos y ahí hemos encontrado fricciones que nos ha costado mucho trabajo reconocer y aceptar. Ahora vemos nuestras propias deficiencias para vivir en paz.

Todo hace que surja el trabajo personal y la respuesta que brota de manera espontánea si es que ya forma parte de cada uno. Es momento de verdad. Es momento de dar. Tiempo para compartir lo ganado en el trabajo personal.

Nada podemos hacer para cambiar el ritmo del acontecer cotidiano. No hay circunstancia alguna que podamos controlar.  Nuestras respuestas son lo único que podemos conducir y eso será desde lo que hay en el interior.

La propuesta es atendernos en la observación de todo lo que sucede en nosotros para estar en las mejores condiciones de ayudar a los demás desde el bienestar propio.

Seamos solidarios y sinceros con nosotros y así podremos brindar esa misma solidaridad a otro.

Ignoramos lo que cada persona vive, sus percepciones, sus emociones y circunstancias, eso no es posible saberlo. Ofrecer nuestra comprensión, nuestra atenta y compasiva escucha será un regalo , para nosotros y para los demás.


Amelia Camacho Guerrero.

1 julio 2020

Desaprender.

A lo largo de la vida hemos estado en contacto con el conocimiento y este nos ha dado infinitas posibilidades de encuentros y desencuentros, de múltiples oportunidades de elección de todo aquello que nos interesa y tambien de retener mucho que ni siquiera nos damos cuenta que, más tarde, representa una carga de información que estorba y que necesitamos descubrir.

Desaprender puede resultar muy complicado. Se requiere de calma y observación, de honestidad y reconocimiento, de voluntad y esfuerzo.

Las miles de impresiones que captamos nos dan utilidad y servicio, por ello las usamos y repetimos hasta grabarlas en el comportamiento ordinario de tal manera que van formando parte de la respuesta diaria.  Así creamos una identidad necesaria para vivir. Hacemos muchas cosas que fueron adquiridas de todo y de todos.

Construimos nuestra falsa identidad con costumbres, creencias, ideas, paradigmas, formas de pensar sin percibir que esto ha sido aprendido, no es la naturaleza de lo que somos.

Como no sabemos quiénes somos, nos creamos una identidad , a la cual nos apegamos y por supuesto que no es fácil desprenderse de ella, porque no tenemos nada que poner en su lugar. Sería como quedarnos vacíos. Defendemos todo lo que nos de sentido. Creemos que es lo que somos. Vivimos un autoengaño. La ignorancia fortalece el sueño de creer que nos conocemos y es doloroso ver cómo nos inventamos y además así también inventamos a los demás.

Soltar toda la falsedad , el engaño, la ilusión, desaprender lo que nos ha sostenido en la vida resulta el mas grande reto para el crecimiento personal.

Aprender a vivir en este mundo y no pertenecerle, aprender a discriminar entre lo que es y lo que creemos que es, implica soltar convencionalismos y liberarlos, ver a través de la consciencia que ha despertado del sueño de la ignorancia.

La liberación de la mente. La responsabilidad de pensar en vez de aceptarlo todo. La gran capacidad de elección que tenemos unida a la consciencia. La libertad mental en paz y armonía interna, el amor que se convierte en cada respuesta y cada acción y que facilita la experiencia humana en este plano.


Amelia Camacho Guerrero.

29 junio 2020.

Cambio en la forma de pensar.

Esta es una sugerencia muy repetida en el proceso de crecimiento de la persona.

Hacer una transformación real en nosotros provoca la necesidad de observar la forma en que vivimos y el resultado que obtenemos de los pensamientos y emociones que nos acompañan.

No somos conscientes de lo que construimos con la forma en que significamos todo lo que hacemos.

Imitamos actitudes y comportamientos como lo hicieron las personas que nos educan, lo que la sociedad y la escuela enseñan, repetimos sin pensar. Así damos significados con cargas emocionales exageradas a todo lo que nos rodea.

El trabajo, la familia, la pareja, los hijos, el dinero, el coche, los objetos, todo tiene un significado propio del cual no somos conscientes.

Pensar equivocadamente produce sufrimiento y apego. Reconocer la diferencia entre un significado erróneo y uno sano ,libera de la carga emocional que ata y encadena.

Asumir la creación de los significados y responsabilizarse de ellos nos aleja de la inconsciencia y del sufrimiento, de la culpa y de las expectativas de que alguien cumpla lo que ni siquiera sabe lo que esperamos de ella.

La liberación es bilateral. Nos soltamos y soltamos a los demás.

Los apegos son productos del ego.


Amelia Camacho Guerrero.

22 junio 2020.

Soltar, liberarse.

Dejar ir todo lo que representa un apego tanto a cosas, personas, emociones, ideas, aprendizajes, creencias, costumbres y paradigmas que con la realidad actual se ven sacudidos y cada persona afronta de acuerdo a su propia percepción.

Dentro de los muchos trabajos que cada persona realiza para su crecimiento personal encuentra los obstáculos que le impiden la liberación de la mente.

Esto se identifica como apego, adicción o hasta obsesión, lo cual resulta un arduo trabajo de introspección.

No para todos es sencillo reconocer ésto. Aceptar que vivimos tan dependientes de tantas cosas equivale a a desnudarse emocionalmente y vernos vulnerables.

El ego fortalecido se nutre de inconsciencia. Se defiende impidiendo reconocer y aceptar lo que le quita poder.


Amelia Camacho Guerrero.

22 junio 2020.

Lo que más recuerdo de mi papá.

Nada se compara con lo que él  me amó.

Su sonrisa, su apoyo, su mano en la mía.

Sus juegos, su alegría de vivir, su incondicional presencia, su ánimo en los momentos difíciles, su voz, su abrazo , su compañía, ....sus ojos, esa mirada llena de luz.

Me enseñó a amar, a aceptar, a sentirme siempre bien conmigo misma.  El maestro que me acompañó gran parte de mi vida y que ahora me sigue acompañando con su amor y todo lo que guarda mi corazón.

Felicidades papá, gracias por todo lo que recibí de ti. Te Amo!


Amelia Camacho Guerrero.

20 junio 2020.


Sanar con amor.

Tenemos la oportunidad de expresar el amor a un personaje muy especial en la vida de todos.

El padre siempre ocupa un espacio en el corazón, la vida está llena de su presencia y de todo lo que hemos recibido de él.

El confinamiento ha marcado de formas diferentes las relaciones y la que tenemos con nuestros familiares, es ahora distinta.

Celebrar a nuestro padre será siempre, no solamente un día al año, muy importante para darnos cuenta de que esta relación merece nuestra atención.

Para muchos puede ser el momento de sanar respuestas, emociones, acciones que no hayan sido satisfactorias por falta de cuidado y entrega.  Impedir que el tiempo pase sin darnos la oportunidad de hacer algo para que tener una vida armónica con nosotros mismos y con él, es primordial para crear un vínculo sano de rencores, malentendidos, ausencias, descuidos que el gran amor que le tenemos puede resolver.

El merece reconocimiento y expresión de lo que sentimos y tenemos para él.

No escatimar esfuerzos que nos conduzcan a un acercamiento directo al corazón, a dar lo que en vida podemos demostrar.

Éste tiempo ha hecho que revaloremos lo más importante en la vida y dar amor a nuestros seres queridos es indispensable.

Tener consciencia clara de lo que significa contar con su incondicional presencia puede ofrecernos un regalo maravilloso e indiscutible. Nuestra capacidad de amar se manifiesta en la forma en que convivimos con el. 

Sugiero un ejercicio de amor para ese día.

Prueba que sientes al darle tu abrazo, tus caricias, tus besos sólo recordando cuántas veces estuviste en sus brazos recibiendo su amor, cuántas otras sus manos te sostuvieron para hacer muchas cosas, cuántas veces su beso de buenas noches fue el regalo para su corazón al regresar del trabajo cuyos frutos sirvieron para darte todo lo que pudo.

Papá merece escucharte, oír de tus labios el agradecimiento por estar contigo, por darte cada una de las cosas que haz disfrutado.

Hoy está contigo y si ya no está llena tu corazón de amor, es un amor que te sana a ti, te nutre a tí y llega a él de la forma más sublime : en amor y por amor.


Amelia Camacho Guerrero.

20 junio 2020.

Compasión y lástima.

La compasión viene de comprender que todos luchamos contra nosotros mismos, con nuestros propios demonios, con todo aquello que vive en el interior de lo cual no nos hacemos responsables y por tanto los proyectamos en los otros.  Cuando ya hemos visto y reconocido lo nuestro comprender a otro es más sencillo y podremos ver con compasión a todos.

Sabremos reconocer lo difícil que es.  Sabremos ver sin juzgar.  Sabremos amar porque nos amamos a pesar de todo.

Son muchos los pasos que hay que dar hacia adentro para crecer en esa dirección.

Seremos compasivos con nosotros primero. Dejaremos de ser violentos hacia nosotros. Daremos lo que hemos creado en el interior.

Nadie da lo que no tiene.

La lástima que podemos sentir por otro es lo que da un sentido de superioridad al ego. Lástima por nadie, amor por todo, empezando por mí.


Amelia Camacho Guerrero.

14 junio 2020.

Intención : frecuencia y vibración.

La intencionalidad en la vida puede expresarse en palabras, emociones, acciones y todas ellas hablan de la frecuencia vibratoria que cada uno vive.

Todo lo que somos se manifiesta en cada cosa que hacemos. 

Somos lo que expresamos. Somos nuestro lenguaje.

 Todo habla de nosotros y lo que hay en cada uno. La energía se manifiesta en frecuencias y es natural que, si somos energía, todo lo que emana de cada persona, tenga una frecuencia acorde a sus expresiones.

Se habla y se recomienda en muchas lecturas y cursos que es importante elevar la frecuencia vibratoria y para ello se proponen diferentes técnicas y trabajos.

El conocimiento que recibimos y que vamos comprendiendo nos ofrece pautas para saber como elevar la frecuencia vibratoria y las propuestas tienen efecto al aplicar el conocimiento que resuena en el interior como la verdad en uno mismo.

Las intenciones van acompañadas de propósitos y cuando se originan en los deseos del ego cumplen con objetivos que satisfacen necesidades que el exterior cubre.

Las intenciones limpias que tienen origen en la consciencia no buscan recompensas, son puras, naturales y espontáneas. Tienen una frecuencia coherente con el desarrollo de la consciencia del individuo.

Llevar nuestras intenciones a buen término exige presencia, disciplina y atención.


Amelia Camacho Guerrero.

13 junio 2020.