Comunicación energética.


Todo es energía, frecuencia y vibración.

Nosotros también emitimos frecuencias en todo lo que hacemos.

Por eso , establecer un propósito de atención a lo que aportamos al mundo se hace primordial, para ello habrá que considerar :

Evitar ser una onda repetidora de desgracias.

Dejar de transmitir energía de desarmonia.

Cuidar la conexión con uno mismo.

Establecer un compromiso con el interior para manifestar una frecuencia energética de transformación y cambio en el propio espacio y lugares que requieren la armonización de la energía por los eventos sucedidos y la propagación de ondas repetidoras a través de todos.

Cuidar la expresión de sufrimiento y miedo que son ondas que al sintonizarse con la misma frecuencia que otros también emiten se potencializan volviendo a los emisores y aumentando el efecto en el emisor.

De igual manera funciona cuando al emitir frecuencias de amor y armonía estas se potencializan al unirse con sus similares nutriendo y beneficiando a sus emisores.

El compromiso de sentir, producir y emitir el mejor nivel de frecuencias beneficia a quien está en sintonía y así ayuda al crecimiento de ese potencial necesario para toda la humanidad.

Por eso es indispensable el cambio de pensamiento, sentimiento y acción en cada uno, esa armonía se traduce en el bienestar emocional, mental y financiero.  A mayor armonía de los seres, mayor fluidez de la energía en la vida cotidiana, de la abundancia que se expresa en todas sus formas y que siempre es energía en movimiento.


Amelia Camacho Guerrero.

4 febrero 2022.