¡ Ánimo !

La fuerza y la voluntad, el impulso que da esta actitud a todo lo que hacemos es algo vivo, lo que procede del alma. Animar es justamente darle alma a cada acción, a cada idea que realizamos.

Mantener esta respuesta es poner alma, poner esfuerzo y voluntad para que se nutra del mejor alimento que nos podemos ofrecer.

Es imposible darnos ánimo cuando no estamos en una condición de consciencia que permita transmitir lo que no vivimos.

Nadie da lo que no tiene.

Por eso , hoy es aconsejable meditar y disfrutar de la consciencia y cuidar todo lo que emanamos.

Darnos cuenta de todo lo que ofrecemos al universo como alimento.

Cada uno de nosotros emite frecuencias y energía cargadas de lo que experimentamos, cuidemos lo que tenemos en el interior porque eso es lo que compartimos con los que nos rodean.

Ánimo para todos porque podemos dar mucho a todos, con consciencia e infinito amor. A todos nos viene bien.


Amelia Camacho Guerrero.

3 abril 2020.

La fé.

Este tema es sutil y delicado, pues es abordable desde diferentes ángulos. Todos tocan aspectos del desarrollo y de los infinitos condicionamientos recibidos.  

Es una reflexión necesaria para elegir un camino hacia la fuerza interior tan deseada y buscada por todos.

El conocimiento que cada individuo busca le lleva a respuestas que no siempre acercan a lo que el ser interior busca.

Tener fé en alguien, en algo que queremos ver manifestado, en que las cosas sucedan como deseamos puede ser frustrante porque equivale a poner el poder en otras manos.

La fé requiere de convicción, de certeza, de verdad, no es un pensamiento mágico. Se fundamenta en conocimiento, es la inteligencia espiritual y superior del ser humano que sabe que en el habita la fuerza divina del ser que somos.

Hoy es necesario recordar esto. Es importante nutrir esta fuerza alimentado al alma con frecuencias vibratorias procedentes de la consciencia y cuidar palabras, emociones, acciones para mantener un estado interno de armonía.

Vivir en nuestra casa interior, creando en nuestra casa exterior todo un ambiente de cuidado exento de temores y miedos.

Ayudarnos y ayudar a otros con lo mejor que tenemos. 


Amelia Camacho Guerrero.

3 abril 2020.

El futuro.

Muchos al estar en casa no pueden evitar el dejar a la mente vagar en la imaginación y en la inconsciencia.  Las preocupaciones habituales toman el control y logran crear estados internos de ansiedad por el futuro.

La incertidumbre acompaña esta experiencia y eso es algo que el ego no tolera, quiere saber, quiere controlar, tener información y eso no es posible en este momento.

Por supuesto que estamos viviendo en circunstancias totalmente diferentes y estar en el presente no ha sido fácil para muchos. Soltar las ideas que nos atan a las conductas anteriores requiere de voluntad y de atención y de práctica constante.

El futuro lo estamos construyendo con las actitudes de hoy, con los pensamientos de hoy , las sensaciones y sentimientos de cada momento. 

Crear una realidad en el presente con elementos diferentes a los usados hasta ahora es el objetivo. Crear un estado interno constante lleno de lo mejor que quiere cada uno en su vida.   Crear angustia y ansiedad, desesperación y tristeza no es lo que quisiéramos para todos. No es la creación que un elevado estado de consciencia incluye.

Somos creadores de la realidad que vivimos y es momento de incluir los  aspectos que solo el conocimiento de uno mismo puede ver y expresar.

El futuro está aquí y ahora en el mismo presente.


Amelia Camacho Guerrero.

30 marzo 2020.

El estado interno.

Tener toda la atención en lo que estamos viviendo es un objetivo primordial en el momento presente.

De que se está llenando nuestra mente y que es aquello a lo que estamos dando nuestra energía.

Nutrir la consciencia pensando y sintiendo en armonía con la confianza y cuidado de lo más importante que cada uno considere.

Atender a nuestro sentido común y actuar con sensatez para así favorecer el buen estado mental que comunicamos a todos.

Ahora que estamos en casa, nuestra casa Interior, y podemos atender lo que hemos puesto ahí, nos damos cuenta de que ese material es el que le da sentido a la interpretación de la realidad que experimentamos.

Observar lo que consumimos en el tiempo de presencia en este preciado lugar. Esto es una reflexión necesaria para elegir la forma en que procesamos toda la experiencia que tenemos frente a nuestros ojos.

Nada hay en el interior que no dependa de nuestra elección. Lo que consumimos y consume el tiempo y el espacio que ocupamos. Lo que de manera consciente e inconsciente va al interior y se manifiesta en la forma en que estamos viviendo esta etapa de la vida.

Es un maravilloso rompecabezas que armamos día a día.

Es un tiempo de hacer reposo y de vivir en aceptación de la realidad.

Somos la fuente de lo que sucede en nuestro interior, somos creadores de lo que vivimos y de como lo vivimos. 

La vida fluye en nosotros y nos da la oportunidad de crearla con lo que pongamos en ella, es nuestra obra, y de nadie más.


Amelia Camacho Guerrero.

26 marzo 2020.

El espacio mental.

Hoy sabemos que todo es energía y que absolutamente toda la energía está manifestándose en frecuencias vibratorias.

Eso es la materia prima de todo lo que hay, la creación está hecha de todas esas expresiones. La armonía hace que seamos capaces de ver su presencia en los diferentes reinos, mineral, vegetal, animal, humano, así como en el físico, celular, molecular, electrónico, magnético.

Todo lo existente es la energía en formas varias. Pero todo vibra, todo es y existe porque hay vida. Todo se mueve y la fuerza de la vida hace el milagro.

Cada partícula obedece a un orden específico para su manifestación y ese orden es información que se convierte en la consciencia que permite la armonía y la respuesta clara de lo que cada cosa es.

Jacobo Greenberg, famoso neurofisiología mexicano, estudioso de la consciencia expresó : " toda materia es afectada por la información que recibe".

De ahí que sea muy importante recordar esta consideración al darnos cuenta que todo lo que incorporamos en nuestro interior afecta el comportamiento que manifestamos.

No hemos de esperar a que el punto de saturación de nuestra mente decida qué absorbemos de todas las impresiones que tenemos frente a nosotros.

Podemos tardar en darnos cuenta del daño que nos hace todo lo que los estímulos sensoriales captan. Creo que estamos a punto del hartazgo de todo lo que cotidianamente estamos oyendo. Eso es bueno!  Eso hará que podamos discriminar y elegir un punto de información prudente y no caigamos en la inconsciencia de absorberlo todo.

Tenemos las llaves del conocimiento y han de servir de algo.

Sería estúpido quedarnos en la calle teniendo las llaves de la casa en la mano.


Amelia Camacho Guerrero.

26 marzo 2020.

Vaciar la mente para vaciar la casa.

Soltar todo lo acumulado en la mente a lo largo de la vida, puede resultar muy complicado para muchos. Inútil para otros.

Todos ellos tienen razón. Su punto de vista está centrado en lo adquirido en en lo que consideran su historia, lo importante, lo que hace su forma de ser y de actuar.

Éste tiempo en casa es ideal para observar lo que brota del interior y conocer respuestas que, ante otras condiciones, no expresariamos. Darnos cuenta de que sabemos poco de nosotros y la oportunidad de vernos, hay que aprovecharla. A fin de cuentas, hoy tenemos tiempo.

Vernos ante lo aprendido y cambiar lo que es necesario para vivir en aceptación de lo que esta realidad nos muestra.

Soltar lo obsoleto, lo que hoy ya no es viable, lo que hace que seamos capaces de mover de nuestra mente para adecuarnos al momento actual.

Sin resistencia, sin lucha, sin conflicto interior. Nada que provoque malestar entre lo que aprendimos y lo que hoy exige un cambio de pensamiento.

Dedicar el tiempo a estar en silencio y escuchar la voz interior. Hacer lo que más disfrutamos, sin la compulsión de estar ocupados haciendo algo, sin la necesidad de llenar la mente de ruido exterior.

Todo nos da un nuevo mensaje y hay que decodificarlo. 

El escondido propósito está en nosotros.

Despertar la más elevada consciencia que cada uno pueda alcanzar.  Será la propia naturaleza la que se muestre a cada instante. No es momento de simulacros. Será la verdad en cada uno. 


Amelia Camacho Guerrero.

24 marzo 2020.

El lujo del vacío.

Es tanto con lo que hemos llenado nuestras vidas que están saturadas de actividades, de acciones, de estudios, de trabajo, de objetos, de ruido, de sonidos exteriores, de todo aquello que pelea por conseguir nuestra atención.

Por ello la concentración ha ganado un lugar muy fragmentado. La hiperestimulacion sensorial en la que estamos impide mantener la atención en algo por mucho tiempo.

Saber que las impresiones son alimento cotidiano que debe digerirse adecuadamente, sorprende a muchos que ignoran que la falta de esta digestión correcta causa muchos problemas.

Vivimos saturados de la necesidad de hacer y lograr cosas, de comprar y acumular lo que sea. No hay espacio para el vacío, para el silencio.   Aterra a muchos el no hacer nada. El silencio se ha convertido en un lujo y en una industria. Se vende incluso como un producto para el turismo.

El costo de la hiperactividad es alto. Se paga con estrés, con ansiedad, con miedo, con enfermedad, con muchas cosas más.

La compañía de los seres amados, la felicidad, el disfrute de todo aquello por lo que se lucha, las relaciones más importantes, sufren un deterioro muy significativo.

Esta cuarentena pone en evidencia todo lo dicho. Tiempo que puede ser de convivencia y alegría para estar juntos, para muchos es de búsqueda de entretenimiento porque sin ello el vacío y el silencio son insoportables.

Vaciar la mente y los espacios para relajar los sentidos y descansar del incesante ruido, es una buena forma de aprovechar el estar en casa,. Elegir impresiones de muy alta calidad para propiciar calma interior y convivencia efectiva con acercamiento emocional que nutra la anemia afectiva que las familias padecen.

El tiempo que podamos dedicarnos siempre será una ganancia. Esta oportunidad de encuentro en familia, de consideración y apoyo, de juego, de creatividad puede ser también un regalo para darnos lo que en otros momentos no podemos hacer.

Amarnos mucho , podría ser la mejor idea.

Ojalá no lo hayamos olvidado.


Amelia Camacho Guerrero.

22 marzo 2020.

Confianza y precaución.

Nada de lo que podamos hacer para proteger nuestra seguridad y la salud será exagerado si actuamos con inteligencia y atención. Los tiempos que vivimos exigen respuestas diferentes ya que se nos presentan situaciones desconocidas que exaltan la creatividad para revelar destrezas y habilidades que manifiesten la comprensión de la realidad y la aplicación de todo lo aprendido.

La convicción en cada decisión, en cada palabra y actitud que ofrecemos es el producto de lo asimilado.

De nada sirve la teoría sin experiencia, de nada sirve saber sin aplicar lo que sabemos.

Los momentos de confusión y duda han de extraer el nivel de consciencia que tenemos en cada pensamiento, sentimiento y acción que damos.

La coherencia se ve en todo lo que somos y hacemos.

La palabra que hoy tiene que ser expresada con consciencia, con verdad y con intención de manifestar lo mejor que tenemos para darnos y dar a los demás es el instrumento de relación que ha de unirnos en estos momentos de acercamiento.

Hemos vivido atendiendo asuntos de todo tipo y hoy lo esencial reclama nuestra presencia.


Amelia Camacho Guerrero.

20 marzo 2020.

Vivir sin consumir.

Tener mucho o poco, adquirir lo que los deseos del ego imponen, movernos por la atención que estamos acostumbrados a dar a las necesidades que crea y tratar de satisfacerme complaciendo todo lo que pide, hará que pierda el cuidado de lo esencial, de aquello que verdaderamente importa.

Este confinamiento es en el interior para alejarse del ruido que, escuchando todo afuera, ha impedido que escuchemos nuestra propia voz.

Es un llamado del silencio para habitar nuestra casa, ahí donde vivimos con todo lo que hay y con lo que sentimos.

Muchos no hemos estado en contacto con ese espacio que puede ser desconocido. 

Convivir con los que nos rodean cotidianamente y que por ocuparnos del trabajo,de muchos entretenimientos y distractores descuidamos.

Retomar el acercamiento a los que amamos. Mirarnos a los ojos y darnos el amor y la atención necesaria para alimentar al corazón.


Amelia Camacho Guerrero.

19 marzo 2020.

El color morado.

Este color morado es hoy el símbolo del valor que muchas mujeres en el mundo usamos para expresar nuestra presencia y nuestra voz. 

Nadie olvidará las imágenes de una ciudad pintada de luz y de emoción. Todas hemos de mantener vivo este recuerdo. El recuerdo de la unión, de la consciencia que ha hecho que podamos salir a vernos con la cara descubierta iluminada por el sol, reconociendo a otras mujeres a nuestro lado y la necesidad de hacernos notar en un mundo que ha olvidado el respeto por la vida y por lo primordial en la existencia.

Este color nos recordará siempre este día.

Este color tiñe los corazones de emoción y sacude las emociones de odio y venganza.

Este color invita a manifestar el espíritu y el amor para que el propósito fundamental de estás acciones se cumpla.

No más violencia ! No más abuso !  No más dolor ! No más ignorancia !

Sea la determinación, la fuerza inteligente, la convicción, la certeza de recordar que somos la expresión de una poderosa fuerza creadora capaz de hacer cambios trascendentes.

Unirnos por encima de todo y lograr que nuestras voces conscientes del poder integrador que nos asiste muevan los corazones más endurecidos para construir la realidad que queremos vivir.

El camino se abre y habrá que recorrerlo con valor y persistencia, confiemos en nosotras y en la consciencia que ha despertado.

Todas , en esencia, somos lo mismo.

Solo la consciencia nos hace diferentes.


Amelia Camacho Guerrero.

9 marzo 2020.