Una de las principales razones por la cual las personas no acuden al psicólogo es porque “no creen” en ellos. Sin embargo, la Psicología no es una cuestión de fe, es una ciencia que cuenta con técnicas y procedimientos cuya eficacia se ha demostrado científicamente a lo largo de muchísimos años de investigación y en miles de casos. La Psicología no es una corriente filosófica ni una religión sino una disciplina de las Ciencias de la Salud que cuenta con numerosas herramientas con las cuales ayudar a las personas que lo necesiten.
Otra creencia que aleja a las personas de los psicólogos es la idea de que como ellos no están “locos” no necesitan a un psicólogo. No obstante, la psicoterapia y la orientación pueden ayudar lo mismo a quien esté atravesando por una crisis de pareja que a alguien que ha perdido a una persona querida. La Psicología no solo se centra en las enfermedades mentales sino que también le permite a las personas adquirir un mayor conocimiento de sí mismas, mejorar sus relaciones interpersonales y explotar al máximo sus capacidades. Creo sinceramente que cualquier persona puede necesitar en un momento de su vida la ayuda de un profesional de la psicología.
También hay quienes consideran que ir al psicólogo no es necesario, ya que “el tiempo lo cura todo”. En este sentido, si bien es cierto que el paso de los años nos puede ayudar a aceptar algunas situaciones, no es menos cierto que algunos eventos traumáticos nos dejan profundas cicatrices que se enquistan en lo más profundo del inconsciente y desde ahí determinan nuestra vida provocando un sufrimiento y dolor que son del todo innecesarios.
Otros argumentan que “ya tienen amigos a quienes les cuentan sus problemas”. Esto denota un profundo desconocimiento sobre lo que es un psicólogo. Aunque es cierto que el sentirse escuchado y contar con alguien a quien contarle tus problemas más íntimos es uno de los beneficios que aporta la terapia, creer que un psicólogo lo único que hace es escuchar denota un gran desconocimiento sobre la psicología. Un psicólogo posee unos conocimientos sobre el funcionamiento de la mente y el cerebro, el comportamiento humano y los trastornos psicológicos que le capacitan para ayudar de una manera profesional a otro ser humano a resolver sus problemas emocionales o psicológicos. Además, en una sesión psicológica no sólo se habla, sino que normalmente se utilizan técnicas como la hipnosis, EMDR, PNL, EFT, y otras herramientas propias de cada corriente psicológica.
También hay personas que creen que tienen que resolver los problemas por sí mismos. Para ellos buscar ayuda significa haber fracasado o ser débil, nada más lejos de la realidad. Buscar ayuda requiere fuerza y valor, significa que estás ocupándote de ti, que cuidas de ti, y que haces lo necesario para estar mejor. Buscar ayuda indica que quieres vivir tu vida plenamente y caminar de la mano de otra persona para conseguir alcanzar tu bienestar, tu equilibrio, tu felicidad. Además, es una falacia pensar que nadie mejor que nosotros mismos nos puede ayudar, sobre todo ahora que sabemos que es nuestro inconsciente el que dirige muchas de nuestras acciones. Nuestro inconsciente es como esa parte de la espalda a la que no llegas. ¿Has pedido a alguien que te de un masaje en la espalda? ¿crees que tú lo hubieras hecho igual, mejor? Todos necesitamos ayuda de vez en cuando. Aunque sea para rascarnos la espalda…
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Es bueno pensar que cuando sentimos que hace falta ayuda podamos buscarla y sepamos aceptar que una correcta orientación favorece la toma de decisiones adecuadas para ser capaces de seguir adelante con armonía y aceptación de lo que vivimos. Si reconocemos la necesidad de ayuda seremos lo suficientemente humildes para reconocer que solo la soberbia impide que alguien nos tienda la mano para atendernos en los momentos difíciles. Todo nos ayuda a crecer y es mejor estar bien acompañados.
Amelia Camacho Guerrero.
22 octubre 2015.