Son muchos los aspectos a considerar cuando hablamos de estar sanos. Casi siempre las personas piensan en la salud corporal pero la salud abarca muchos aspectos que se reflejan en la salud del cuerpo. La salud mental, la salud emocional, la salud espiritual y todas ellas se proyectan en el cuerpo.
Atender al cuerpo es vital para vivir y estar en condiciones de experimentar todo lo que uno quiera. Cuidar la mente y todo lo que en ella se procesa esta ligado al resto. Una mente contaminada de pensamientos tóxicos no ayuda al buen funcionamiento de todo lo que en el cuerpo pasa.
Muchas personas viven acumulando ideas, rencores, sentimientos, situaciones del pasado que no logran digerir y que siguen siendo su alimento cotidiano. Esto no permite dar paso a las nuevas cosas y eventos que están sucediendo en un presente que no son capaces de vivir ya que su atención esta concentrada en un pasado que reviven con cada pensamiento.
Dejar ir el pasado con todos sus eventos y guardar la energía para vivir el presente nos ayuda a sentirnos bien y a llenarnos de fuerza para experimentar lo nuevo dejando así de repetir una y otra vez lo que nos duele y lastima. Las personas pueden volverse adictas al sufrimiento, a sentirse dañados y atacados por todo, la gente se acostumbra a vivir mal y no reconoce que puede salir de ese estado soltando sus pensamientos negativos.
Sanar cada parte de nuestra vida. Infancia, adolescencia, juventud, edad adulta, porque los dolores están en los recuerdos relativos a cada una de esas etapas.
Ya no somos aquellas personitas de la niñez sin embargo podemos seguir sufriendo como si fueramos las pequeñitas heridas, y hoy tenemos 50 años o mas. Cada momento debiera ser procesado con una comprensión distinta, con una consciencia que permita avanzar y vivir sanamente.
Muchas veces no es el presente lo que lastima, el presente puede ser magnífico y no se disfruta por la sombra del pasado.
Amelia Camacho Guerrero.
23 Enero 2017.