Carrera contra el tiempo.

Ver el efecto de la mente ante la necesidad de hacer todo de una manera rápida que haga sentir que no se pierde el tiempo, produce ansiedad y miedo a que la vida no sea aprovechada a su máximo. 

El precio de esta carrera es muy alto y la mente favorece para este tipo de respuesta sea tan común que las personas aprendan a creer que esto es lo normal para todos. 

No perder el tiempo equivale a dar significado equivocado a la forma de vivir. 

No darse cuenta de que el tiempo es el precio más alto que se paga en la vida cotidiana cuando lo único que hay es estar haciendo cosas que en muchas ocasiones no tienen sentido para la vida. 

Dejar tiempo para la atención de uno mismo, darse oportunidades para disfrutar de cada momento descubriendo que trabajar en algo que solo distrae de lo esencial, no es lo que da la felicidad y la plenitud de estar vivo.

Correr tras de que? Llegar a donde? Conseguir que? Hacer todo con prisa  para que?, llegar a donde? 

 " Cronomania ", es un término que se emplea para esta acelerada forma de vida. Es la obsesión, la locura por controlar el tiempo, levantarse temprano y realizar todo para que no se haga tarde, porque no da tiempo, de que? Ni siquiera descansar y dormir suficiente porque se hace tarde. 

No darse cuenta de las muchas cosas que se pierden por la atención excesiva al logro propuesto, a demostrar eficiencia en el desempeño de un trabajo, acumular dinero  comprar cosas que no se necesitan etc., perderse la oportunidad de vivir la amistad, el encuentro amoroso, la diversión, la música y la fiesta, los viajes, ver a los seres amados y un sinfín de cosas valiosas. 

El momento presente no tiene cabida en la existencia porque el inexistente futuro ocupa toda la atención y además es inalcanzable.

Vivir un lo momento a la vez, despreocuparse por la ansiedad del futuro y tener presente que cada instante es único y no vuelve. 

No dejar para después lo esencial e importante para uno porque después puede ser que no sea posible. 


Amelia Camacho Guerrero. 

12 diciembre 2018. 

Crear un mundo feliz.

Todo lo que queremos en este mundo es una creación colectiva, un mundo feliz con las cosas y deseos de todos, esta en la mente de cada uno de nosotros. 

Aprender a participar en la construcción de la realidad que todos queremos es manifestar la paz y la armonía que tenemos en el interior de cada uno.

Poder ver la vida de manera objetiva y tener paciencia para que los procesos que se llevan a cabo tengan el tiempo que se requiere para que se cumplan, implica el compromiso y cambio que todos pedimos. 

El hartazgo que se ha experimentado durante tanto tiempo puede convertirse en ansiedad por ver cambios inmediatamente, más no hay que olvidar que la voluntad de realizarlos está en muchas manos y todos tenemos mucho que cambiar en la mente que ha estado acostumbrada a ver y aceptar, como normales, muchas acciones que hoy queremos que se desarrollen de maneras diferentes.  Son muchas las personas que dudan que esto pueda suceder. Tambien son muchas las personas que quieren ayudar pensando diferente.  Esto es una prueba, gran prueba para la mente rígida.

Seamos capaces y cuidadosos con la forma en que participamos.

Tenemos que hacer un esfuerzo para apoyarnos y darnos la mano, para construir un futuro mejor para todos. No es idealista pensar que es posible. En tiempos de crisis, dudas, incertidumbre, cuesta trabajo tener confianza, es más fácil criticar y poner en duda todo, generar miedo y temor por un futuro que cada uno ve desde su propia perspectiva y consciencia.

Esa es justamente la parte más importante del asunto presente, es ahí donde la participación de todos se hace necesaria. 

Pensar correcto y crear, no buenos deseos para un hombre, sino pensar en no sabotear con el pensamiento equivocado, confiar en todos los que deseamos el bien de todos y no sólo en la buena gestión de un buen trabajo.

 Es tiempo de volver a confiar en nosotros mismos. Es tiempo de hacer lo mejor para nosotros y lograr abrir la mente a otras posibilidades de pensamientos, no con optimismo absurdo, sino con la certeza de que podemos participar en el muy deseado cambio .

Atrevimiento para actuar y ser diferentes. 


Amelia Camacho Guerrero.

3 diciembre 2018 . 

Cambia, todo cambia.

Inconscientemente se sabe que todo está en movimiento perpetuo y que los cambios suceden aún sin que los veamos o los podamos sentir. En ocasiones pedimos que estos sucedan cuando creemos que es necesario que los eventos o las cosas sean sean diferentes para salir de actitudes o respuestas que ya conocemos y que provocan aburrimiento o gran insatisfacción. 

El camino que recorremos siempre está en continuo movimiento, siempre hay diferentes formas y pensamientos que nos permiten ver y comprobar que nada se detiene  

Por mucho tiempo en nuestro país ha existido la necesidad de ver cambios en la forma de gobierno, en la forma en que todo transcurre frente a nosotros y todos participamos en esta petición. Hoy primero de diciembre está frente a nosotros el cambio solicitado y puede ser que para muchos no resulte fácil aceptar que esto implica que el cambio se nos ha concedido. Ahora puede ser que, para los inconformes, este tampoco sea, una posible solución para el país, sólo porque no es con las condiciones que deseaban.

La realidad es que el cambio está presente y es como es. 

Habrá que ser muy cautelosos para darnos cuenta de que estamos incluidos en él. Habrá que considerar que es lo mejor que podemos hacer para que este cambio sea tan benéfico como lo hemos deseado y pensar con mucha inteligencia en lo que vamos a aportar en ayuda del resultado que esperamos. 

No todo esta en manos ajenas y las nuestras no están exentas de participación. 

Es tiempo de promover el cambio de paradigmas y de formas antiguas de pensar para crecer con la época que nos toca vivir, cambiar de mentalidad y favorecer con buena y consciente actitud lo que viene, hablar con consciencia para crear juntos la realidad que queremos vivir en nuestro país. 

La palabra construye o destruye, seamos de los que construyen y pensemos correctamente en el futuro que es nuestro futuro y de los que vienen. 


Amelia Camacho Guerrero. 

1 diciembre 2018. 

La palabra cura.

La palabra tiene un efecto maravilloso en la vida de todos. 

El efecto creativo es de infinitas maneras manifestado al reconocer que con ella se puede construir o destruir. 

La manera en que usamos este poderoso instrumento es muy interesante de observar. 

Saber que podemos salir de los diferentes estados emocionales que experimentamos al hablarlos es algo que los psicólogos más reconocidos han probado en sus teorías y prácticas.

Al vivir en la mecanicidad se mantienen apariencias y actitudes que impiden el reconocimiento de la verdad que se esconde en el interior de cada uno.

 La verdadera percepción de los eventos y la forma en que se han visto, se oculta, por diversas razones y sin embargo existe para cuando es posible nombrar las verdaderas causas que dieron origen al engaño y falsedad con que se disfrazaron.

Cuando se puede ver claramente la realidad y se puede honestamente decir la verdad para uno mismo, la aceptación de lo sucedido, es la liberación del problema.

Por algo se ha dicho muchas veces que " la verdad nos hará libres".

Y es nuestra verdad, la verdad de nosotros mismos, esa que no va a permanecer oculta siempre, la que va a ser liberada por uno mismo a través de la palabra,  de la consciencia personal. 

" LA PALABRA REVELA UN SABER QUE NO SE SABE QUE SE SABE "

Por eso es que todas las respuestas están en nuestro interior.

Salir del sueño, de la ilusión, despertar de la inconsciencia nos coloca frente a la verdad de nuestro ser y no hay momento que se parezca a la libertad de ser lo que somos.


Amelia Camacho Guerrero. 

27 noviembre 2018. 

Interpretación.

La vida interior depende de la forma en que se percibe la realidad. Todo es según el cristal con que se mira.  Todo lo que en el interior existe brota de la acumulación de experiencias y conocimientos adquiridos a lo largo de la vida, es el material con que, tanto la percepción,  interpretación y significación hacen la creación de la vida interior.

La realidad externa es como es y sucede frente a nosotros para ser vista y vivida con la aceptación que la consciencia lo permita. 

Tener clara la diferencia entre la realidad externa e interna ayuda a eliminar la identificación con todo lo que nos rodea. 

Lo que experimentamos en el interior es creado por el sentimiento, pensamiento y forma de significación de los eventos. Nada está sucediendo adentro pero la identificación con ellos hace que la experiencia se convierta en un infierno interior. 

Vivir desde el interior, desde el ser humano consciente que puede ver la vida, su vida, con la responsabilidad de su propia creación hará que su comprensión del mundo esté basada en la forma en que la consciencia descubre el mundo como un escenario en el que cada uno vive su propia obra. 


Amelia Camacho Guerrero. 

27 noviembre 2018. 


Día de Gracias.

Agradecer día a día todo lo que vivimos y disfrutamos , lo que a través de invisibles manos llega a ser la expresión de la gracia infinita que siempre nos provee de bienestar y múltiples bendiciones en la vida cotidiana es un acto de consciencia y de amor. 

Celebrar el día de gracias es recordar que este festejo es permanente para quienes son conscientes de lo que reciben a cada momento. Esto se transforma así en un pensamiento sublime y cotidiano, en un ofrecimiento humilde y elevado hacia lo más sagrado que cada ser humano puede alcanzar.

Dar gracias en un día específico, por la razón que se quiera, es un recordatorio para todos aquellos que experimentamos la necesidad de expresar este hermoso sentimiento a la divinidad, que nos provee siempre y en todo momento de la abundancia que llega a cubrirnos de infinitas bendiciones.

Es la oportunidad de despertar para no dar por sentado nada, de ser conscientes de todo lo que nos rodea y de lo que recibimos a través de la generosidad de muchos seres que realizan muchas cosas para que nosotros podamos tener y compartir lo que tenemos.

Ser generosos con nuestro agradecimiento como es generosa la vida con nosotros. 

Ser capaces de agradecer a todos los que participan para que podamos disfrutar cada momento de la vida que gozamos. 

Feliz día de Gracias!


Amelia Camacho Guerrero. 

22 noviembre 2018. 

La palabra crea.

El poder de creación que tiene la palabra es, para los seres conscientes, la manifestación clara de un poder interno que hace que la realidad sea la obra de arte que día a día es expresada con la vibración de la voz y los vocablos que se emplean, es como el canto personal que un ser emite cada vez que habla. Es la frecuencia que su consciencia tiene al darse cuenta de lo que crea al usar este maravilloso instrumento que es, su voz.

Hablar conscientemente cuidando la creación, no porque se oiga bien, no por temor al juicio externo, no porque sea lo conveniente o porque está de moda, sino porque es producto de la expresión del ser humano que sabe que su palabra crea una realidad en todo momento.  

Tener esta consciencia ayudaría a que todos pusiéramos atención en lo que estamos creando cada vez que criticamos, nos quejamos o hablamos sin saber nada de lo que decimos.  Crear lo que queremos ver manifestado en nuestra vida, colaborar con pensamientos creativos y correctos para nutrir la vida de todos participando y educando con nuestra expresión consciente siempre y en todo momento.

Hablar para crear. Hablar es también confiar en la sabiduría y la fuerza que la frecuencia vibratoria del sonido de nuestra voz crea en la realidad que cada uno le imprime. Hablar para manifestar lo que queremos vivir.

Hablar expresando los estados de nuestro ser para disminuir los efectos de la ignorancia y el sueño de la inconsciencia en la vida de la humanidad. 

Reflexiona sobre lo que dices para hacerte consciente de lo que creas, porque esa es la realidad que vives.


Amelia Camacho Guerrero. 

19 noviembre 2018.

Es tiempo para la voz interior.

Todo el tiempo invertido en el estudio y conocimiento de las diversas disciplinas y filosofía, las variadas experiencias que los maestros y seres de consciencia han dejado como huellas de su caminar por esta tierra, marcan el tiempo dedicado a la práctica de tanta sabiduría. 

Toda la luz que sus textos y comunicación emanan ha sido un legado que hoy ha de convertirse en " comprensión ".

Solo llegando a ese punto del proceso de aprendizaje es posible la apropiación del conocimiento. 

Se pueden memorizar recitar con habilidad teorías y conceptos, incluso transmitir con erudición y destreza todo lo estudiado y no cumplir con la totalidad del proceso educativo.

Saber mucho y entender mucho no es lo mismo que comprender. 

Aplicar lo aprendido hace posible convertir la información en experiencia y esa experiencia en sabiduría.

Es entonces cuando todo el conocimiento forma parte orgánica del individuo y le pertenece, de otra manera siempre serán palabras ajenas, conocimiento prestado que no será sabiduría porque nunca se ha vivido.

Así el discurso es solo la repetición de las ideas de otros. La erudición ayuda a repetir nombres para dar crédito a lo que se dice pero nunca será un producto propio, no podrá ser la voz de la convicción de lo que se expresa. 

La experiencia tiene una consistencia que no puede ser rebatida porque es lo vivido y no lo que solamente se dice. 

Escucharte y oír la voz cierta y convincente del saber interior, de eso que no tiene duda,  que procede de un acto consciente que proyecta la evidencia de lo que realmente se sabe, permite la confianza de la persona para expresarse facilitando la discusión y la flexibilidad en las relaciones.

Teorizar sobre cualquier tema es un juego dialéctico muy interesante. Hablar con sabiduría es una oportunidad para manifestar la consciencia ganada para entonces saber usar el silencio cuando se considere inútil el uso de la palabra, no como agresión sino como un acto consciente.

El parloteo es solo una manifestación de la vida mecánica que pretende tener la razón, se pierde la oportunidad de tener un intercambio de ideas que pueden enriquecer y aprender de los demás. La aceptación de los puntos de vista diferentes, la capacidad para dialogar requiere de humildad y disciplina, de inteligencia emocional y mental que favorezcan la experiencia de la comunicación. 


Amelia Camacho Guerrero. 

19 noviembre 2018. 

El amor no es negociable.

En la vida cotidiana,  muchas veces, incons cientemente, se dicen expresiones que condicionan el tesoro más grande que puede ofrecerse a los que nos rodean : " el amor".

El comportamiento complaciente, la aceptación de conductas y actitudes desfavorables, exigencias y demandas, imposiciones que vulneran el respeto a los demás, el abuso del poder y la autoridad, la violencia verbal, el insulto y muchas más son formas de manipulación que al no ser detectadas se pueden interpretar como actos de la expresión del amor que se siente por los demás. 

Dominar a cambio de la aparente seguridad de ser amado, obedecer para no perder ese amor, amenazar con querer más o menos si no se cumple con la forma exigida, es usar lo más preciado a cambio de nada. 

Aquí se mezclan dos cosas que no han de confundirse nunca. 

El amor que es sagrado y no lo altera nada y las acciones de cada persona.  El amor que sentimos ha de estar en un lugar especial, si es que existe, es algo inconfundible y muy valioso. 

Las acciones de todos pueden gustar o no,  pueden ser corregidas, solucionadas, atendidas pero jamás negociadas a cambio de algo tan importante y valioso.  

Amar es un acto de consciencia de lo que esto es y representa, de lo que se valora en el ser amado, es respeto, es responsabilidad y nunca pone en juego la duda, simplemente porque no se responda a las expectativas que nadie tiene porque cumplir.

Las acciones cotidianas son la forma de vivir la experiencia humana y en ello hay de todo, aciertos y errores, cosas y resultados que pueden gustar o no gustar.

 Lo que hacemos es lo que mas identificación provoca, es por lo que juzgamos, rechazamos , criticamos y vivimos toda clase de emociones. No es lo mismo " ser que hacer". El hacer cambia constantemente, el ser es único. 

Esto es parte de la vida y aprender a lidiar con los eventos separando lo importante de lo que no lo es manifiesta el nivel de consciencia de las personas.

 Esto ayuda a usar las palabras que usamos y la forma en que pensamos, la manera en que actuamos y lo que creamos al no tener en cuenta esta diferencia. 

Si ponemos atención en esto enseñaremos lo valioso que es el amor y no daremos valores  equivocados para la vida.

Evitaremos la aceptación de respuestas dañinas a la persona para obtener lo que más deseamos en la vida a costa del respeto que todos merecemos.

No habrá en nuestra mente la idea de que para ser aceptada y amada, la persona debe anularse y permitir el sometimiento. 

El condicionamiento del amor por favores  dinero, conductas, compañía, un falso "te amo si...." esclaviza y tergiversa el verdadero significado del amor.

El amor por encima de todo. 


Amelia Camacho Guerrero. 

13 noviembre 2018  

Asombro.


Vivir en constante atención  atención a los eventos de la vida con una capacidad de asombro equivale a ver con consciencia cada momento descubriendo sin cesar la maravillosa forma en que todo transcurre frente a nosotros.  Estar presente en cada instante para no dejar ir la oportunidad de vivir encontrando la magia que solo la consciencia descubre y hace que la vida sea plena y llena de agradecimiento y bendiciones.

Cada momento ayuda a que la respuesta sea consciente más hay que estar ahí para poder ofrecerla, impedir que se pierda y ganarle a la vida mecánica.


Amelia Camacho Guerrero. 

11 noviembre 2018.