Equinoccio de otoño.

Apertura de espacios para disfrutar lo sembrado.   Oportunidad de considerar las influencias favorables que trae la luna este fin de semana.  Libra y aries presentes para dar ímpetu y balance en las acciones que cada uno de nosotros se propone.  Todo facilita la revisión de propósitos que se encaminen a tomar responsabilidad de las acciones y a emprender seriamente el camino del crecimiento en consciencia. Deseos de compromiso personal. 

Ciclos que se cierran o abren en los diferentes aspectos de la vida  trabajo, estudios, relaciones personales que se presentan en el gozo y la confianza del amor y en la medida de la responsabilidad y el compromiso del corazón y el alma. 

Cuidar lo que se siembra y las intenciones que se ponen en pensamiento, sentimiento y acción.

Claridad y objetividad mental, convivencia, armonía,magia. 

Otoño, tiempo de desprendimiento y nuevas formas de vida. 


Amelia Camacho Guerrero  

25 Septiembre 2018.





Celebrar la Vida.

Celebrar la vida y la solidaridad que somos capaces de vivir.

Recordar eventos dolorosos y fortalecer los dolores experimentados no nos ayuda a superarlos. Tener en mente las formas en que nos hemos ayudado y las mil respuestas que pudimos ver al estar en condiciones tan difíciles, es lo que podemos conmemorar,  recordar una y otra vez que somos capaces de ayudarnos y ofrecer lo mejor de nosotros mismos cuando circunstancias de nuestra vida, nos piden reconocernos como hermanos para olvidar diferencias y contradicciones y estar unidos por el bien común. Eso es indispensable porque vivimos en un lugar donde estos eventos pueden estar presentes en otras ocasiones.

Que no se nos olvide que esas situaciones son naturales en este país, que son parte de la naturaleza y la condición planetaria en el proceso de evolución de todo lo que nos rodea y que hay que favorecer una actitud que evite la angustia, el miedo, la ansiedad y el temor. 

Ante una desgracia, que todos conocemos y hemos vivido, es vital tener en mente como salimos, como resolvemos, no como nos hundimos. 

Preparar la mente y el corazón para fortalecernos ante lo que el futuro nos depare y no anticipar la repetición de la tragedia anterior. 

Todo lo que hemos vivido de manera personal nos ha permitido continuar en esta experiencia humana con mayor fuerza y con más capacidad para superar los acontecimientos. 

Celebremos la vida y la solidaridad de todos, celebremos la consciencia que ganamos con cada momento y recordemos que unidos formamos una gran fuerza. 

Acompañemos a los que aún sufren y comprendamos a los que nos rodean. 


Amelia Camacho Guerrero. 

19 septiembre 2018.


¿ Y yo, soy responsable de mi mismo?

Se puede creer que somos responsables de nosotros mismos por trabajar y mantenernos, pagar nuestras deudas y compromisos, ser puntuales, cuidar nuestro hogar o hacer negocios, ser amigos atentos y bien preparados, y si, todo eso habla bien del comportamiento que tenemos y de una manera responsable de vivir.

Sin embargo hay otra faceta de la responsabilidad personal que toca otros aspectos de nuestra vida y de la relación con nosotros mismos.  

Todo aquello que se vive en el interior de cada uno, los estados internos, la paz, el disfrute, la armonía, la felicidad, la  abundancia, la alegría, la capacidad de amar, los sentimientos, los pensamientos, la ira, el malestar y demás : son mi responsabilidad y   ¿ así lo asumo? ¿  Comprendo que lo que vivo ahí es de mi incumbencia o culpo a otros por lo que experimento?

Tomar cada una de estas opciones y saber que la forma en que las experimento depende de la comprensión que yo tengo de como percibo, interpreto y significo cada evento equivale a asumir los resultados de ello. Así no busco culpables de nada de lo que vivo y nadie tiene el poder de hacer que mi vida dependa de lo que otros hacen o piensen.

El poder está en mi y en lo que yo elijo experimentar, mi forma de responder dependerá de la consciencia que tenga de mi y de la forma en que asumo la responsabilidad de lo que soy, suelto así la dependencia y la necesidad de que los demás me den lo que solo yo puedo darme. 

Esta respuesta me libera y también libera a los demás. 

Mi vida se vive dentro de mi y mis pensamientos, sentimientos, emociones y acciones son mi responsabilidad. La coherencia entre ellas me da tranquilidad, confianza y seguridad en las decisiones que tomo y evito culpar a los demás por lo que yo decido expresar.

La culpa genera deudas y las deudas se cobran de manera esclavizante. 


Amelia Camacho Guerrero. 

11 septiembre 2018. 

Ser adulto o solo mayor de edad.

Cumplir años y acumular tiempo no necesariamente significa saber y actuar como una persona adulta.    Tenemos muchos casos y seguramente muchos ejemplos de lo que esto es y podremos encontrar estas respuestas en los mas cercanos a nosotros e incluso en nosotros mismos.

Podemos hacer juicios acerca del comportamiento de los demás y desconocer lo que significa la adultez. 

El diccionario define al adulto como la persona desarrollada física, mental, psicológica y emocionalmente. 

En estos rubros hay que tener en cuenta muchos factores que se ven manifestados a lo largo de las etapas de la vida adulta.

Las muchas decisiones que se expresan en estas situaciones conllevan experiencias que invitan a la exploración de las diferentes facultades de los individuos despliegan adquiriendo desarrollo en cada área del comportamiento humano.

 Las diferencias en la formación y crecimiento, los estudios, la vida en familia, el nivel económico y social ofrecen estímulos distintos y niveles de responsabilidad que varían según la edad. 

Todo lo vivido va dando oportunidades a cada individuo de acumular conocimientos y responsabilidades para dar respuestas y tomar decisiones. 

Lo más importante es que el desarrollo psicológico que se adquiere brinde la confianza y la tranquilidad, para que la persona viva en armonía interna sin la confusión mental que desajusta la vida emocionalmente, creando estados psicológicos que impiden el disfrute de cada paso en el camino del crecimiento. 

Fomentar el apego, la sobreproteccion, el exceso de control, la exigencia del cumplimiento de expectativas ajenas, limitan el crecimiento propio, convirtiendo a las personas en seres dependientes e incapaces de tomar las riendas de su vida. 

ASUMIR la responsabilidad personal es un gran paso en la evolución de todos los seres humanos, tanto de los padres como de los hijos.  De padres responsables, hijos responsables. 

Habrá que revisar la propia respuesta para verificar con verdad si es cierto que somos responsables. Asumir lo propio y dejar vivir a los demás lo que cada uno decide, respetando y aceptando la capacidad que tiene para vivir lo que ha elegido, es un regalo de consciencia. 

Los mayores hemos de crecer en la responsabilidad para que los que nos siguen aprendan del ejemplo que les ofrecemos. 

Vivir y dejar vivir. 


Amelia Camacho Guerrero  

11 septiembre 2018. 


Tiempo para integrar lo que se ha aprendido.

Hoy podemos ver la aplicación del conocimiento que hemos aplicado en nuestro diario vivir. 

Innumerables momentos en la vida cotidiana nos permiten ver y comprobar la experiencia que hoy tenemos por la atención que nos damos y disfrutamos.

La coherencia se practica cotidianamente y será el reflejo de lo que hemos hecho nuestro por la comprensión del conocimiento.  

Nuestro lenguaje y todas nuestras actitudes lo manifestarán en el enfoque de pensamiento, sentimiento y acción alineados en la misma dirección. 

Aunque podamos creer que la coherencia es fácil de aplicar no debemos hacernos ilusiones porque requiere de mucha atención interna para observar lo que conlleva.

Esta práctica ayuda a la toma de decisiones correctas, para nosotros, permitiendo que eliminemos los conflictos que genera la discrepancia entre lo que se piensa y lo que se hace.

La problemática interna tiene una raíz en la falta de coherencia derivada de la ignorancia creando preocupaciones y sufrimiento por la guerra mental, la contradicción de ideas, la falta de orden, la incapacidad para aquietar  a la  loca de la casa.

El ego se siente bien alimentado cuando la mente está en caos, todos los" yoes " están activos y aportan material para la confusión gastando mucha energía.

La forma en que hemos vivido podría convencernos de que la vida es así, a fin de cuentas, todo el mundo se preocupa y los demás tambien responden de esta manera. Pensar tan inconscientemente nos mantiene dormidos y continuamos en ese estado de sueño. 

Si practicamos la coherencia tendremos que vernos, que estar al cuidado de nosotros y nuestras acciones, de los sentimientos y emociones para atenderlas y así dedicar tiempo y amor a nosotros mismos . 


Amelia Camacho Guerrero. 

3 septiembre 2018. 

Caída de las ilusiones.

En este momento todo nos ayuda para ver y reconocer las ideas que hemos construido creando ilusorias ideas acerca de nosotros y de actitudes propias que hoy vemos desmoronarse ante nuestros ojos. 

Darnos cuenta de esto puede ser doloroso porque enfrentamos la mentira en nuestra vida y asumimos la verdad de lo que es. 

Soltarlas es un reconocimiento de la responsabilidad que hoy tenemos en lo que vivimos .

Desilusionarte es sanar la mente y la vida, este paso es doloroso ya que es un despertar del sueño de la consciencia para aceptar la realidad tal como es.

 Lo doloroso es darse cuenta de que el sufrimiento también es producto de la ilusoria idea en la que hemos vivido.

 Todo ha existido solo en la mente.

 Los anhelos son propósitos de la vida para lograr algo bajo condiciones reales que nos impulsan para hacer lo que hacemos.

 Las ilusiones nos duermen y nos alejan de la realidad.

La ilusión inventa una realidad, la consciencia te permite ver y vivir lo que es como es. 

Este momento es para dejar atrás las ilusiones y las imaginarias formas en que hemos vivido las relaciones con nosotros y con los demás . 

La verdadera identidad es superior a cualquier creación imaginaria la que , por bella que parezca, es falsa. 

Esto nos enseña que nadie nos desilusiona, nos desilusionamos de nuestras propias ideas y de las expectativas que creamos para satisfacer a nuestros egos. 


Amelia Camacho Guerrero. 

28 agosto 2018. 

Tiempo de amarse y amar a los demás.

Todo favorece a la reconciliación con nosotros mismos y a manifestar la aceptación de todas las características que seamos capaces de reconocer en nuestra experiencia de vida. 

 A lo largo del tiempo que hemos vivido creamos actitudes y estrategias que nos facilitaron la sobrevivencia y el descubrimiento de habilidades y destrezas en nosotros mismos, máscaras que encubrieron la verdadera identidad que todos tenemos.

El espíritu que somos y la consciencia de ello ha dormido todo este tiempo impidiéndonos usar el poder interno que nos asiste y que hoy hemos de reconocer para manifestar todos los estados del ser que representan la verdadera naturaleza con la que nos relacionamos con todo.

Nuestro corazón con toda su fuerza, que es mucha, se limpia y libera para abrir paso a una conducta procedente de la consciencia y a una nueva etapa que nos conduce a una dimensión de consciencia que hoy requiere de nuevas experiencias y de energía de otra frecuencia vibratoria, acorde a la evolución que todos los seres vivientes estamos experimentando. 

Mantenerse en el interior,  en nuestro centro, enfocados en nuestra observación personal, objetivamente, para evitar la identificación con el afuera, para no perdernos en la vida cotidiana y la mecanicidad, es el objetivo de este proceso. 

Tenemos todo lo necesario para lograrlo y para aumentar la voluntad para exponerse a vivir en el amor sin miedo, sin temor a nada, sin creer que esta experiencia pudiera lastimar o herir. 

Sentir todas las emociones y vivir en la aceptación de lo que ellas nos enseñan  en reconocimiento de todas las percepciones, interpretaciones y significaciones que  creamos para así tener la responsabilidad de los resultados que vivimos. 

La emoción es el pegamento de la experiencia . 

 Es por la experiencia vivida que grabamos lo aprendido . Es como la consciencia gana en sabiduría. 

La coherencia en la alineación de pensamientos, sentimientos y acciones desde el centro , desde el corazón, conduce al momento presente, a un estado de atención único. 


Ser y estar en nuestra vida viviendo en plenitud y consciencia. 



Amelia Camacho Guerrero. 

24 agosto 2018  


Los estados del ser.

La forma en que vivimos hace que tengamos una idea de como somos y la manera en que nos vemos procede de la identidad que hemos creado con lo que el mundo mecánico nos ha ofrecido. 

Al no saber quienes somos, recogemos opiniones y percepciones que nos definan siempre de las personas y del mundo que nos rodea.  De esa manera esa personalidad falsa es la identidad con la que nos manifestamos en el mundo.

Por supuesto que no nos damos cuenta de ello, porque como no sabemos quienes somos, dependemos de esa credencial formada de condicionamientos y reglas creadas por el mundo externo. 

Esta dependencia sostenida y nutrida por el ego forma una coraza protectora que impide que el ser pueda manifestarse. 

Por esta razón se desconocen los estados del ser.  Los estados del ego son perfectamente reconocidos, porque todos nos identificamos con ellos. 

Cuando se le pregunta a la gente como es, responde describiendo características aprendidas que no son su naturaleza,  sino que son las estrategias usadas para responder a las experiencias que ha vivido y que forman su ego. Todo aquello que esconde la verdadera identidad de su ser y que desconoce que posee.

La utilidad de ese conocimiento es grande y sirve para darse cuenta en alguna etapa de la vida, de la necesidad de encontrar lo que realmente se es. Nada es inútil, todo es experiencia. 

Despertar a la consciencia hace que podamos vivir con una identidad real, es salir de la ilusión y del sueño que nos mantiene en la ignorancia y el engaño, de la simulación y el abandono de nosotros mismos. 

Donde hay una consciencia despierta todo es real y verdadero. 

Se deja ver el espíritu manifestando atención, armonía, alegría, felicidad, disfrute, respeto , cortesía, firmeza, determinación, agradecimiento, libertad, presencia, bondad, honestidad, entrega, comprensión, compasión, amor, prosperidad, abundancia, dicha, gozo, belleza y muchas más cosas que no son las que responden solo a buenas maneras o a un entrenamiento inconsciente.

 Esto es todo aquello que es fruto de la consciencia del ser, de lo que brota del interior porque es la expresión del alma y del espíritu que somos. 

La expresión de dios en cada uno a través de todo lo que hacemos. 



Amelia Camacho Guerrero. 

18 agosto 2018. 

Crecer como persona.

Esta idea nos lleva a la pregunta,

 ¿ que es una persona?,

 ¿ que la define?, 

¿ porque se dice que hay que crecer como persona?,

 ¿ como se hace eso?

Persona es un ser que tiene subjetividad, que tiene consciencia de sí mismo y de sus experiencias. Un sujeto que tiene capacidad de percibir y procesar sentimientos y sensaciones. Que tiene un yo. Que tiene consciencia.

Por esta definición podemos responder a las preguntas mencionadas. 

  ¿ Pero como se crece como persona?

El desarrollo de la consciencia hace que el nivel de ser tome lugar y preponderancia en todas nuestras acciones de tal manera que, cada una de las expresiones de nuestro ser, se manifiestan en concordancia con la consciencia que tenemos de nosotros mismos. 

La responsabilidad que tenemos de lo que somos es el reflejo de lo que hemos comprendido y las causas y efectos que cada una tiene en nosotros. Se disminuye la necesidad de buscar en otros el resultado de lo que vivimos y nuestro ser se proyecta en cada acto de nuestra vida. 

Los estados de ese ser son lo que ofrecemos a los demás y por supuesto que los primeros en disfrutarlo somos nosotros porque somos la fuente de creación de todo ello. 

Ese nivel de consciencia es la más poderosa expresión del amor que todos queremos vivir y se abre para todos aquellos que saben que solo dentro de nosotros lo podemos encontrar. 

La gran capacidad de amar se despliega y llena de placer al saber y sentir el poder del amor dentro de sí mismo. 

 Amar por el placer de poder hacerlo, sin miedo, sin necesidad, sin temor a perder nada, por saberse dueño de esta poderosa fuerza que ahora se encuentra en el interior de cada uno. 

Esto es una bellísima expresión de la consciencia ganada y es el regalo que nadie nos puede dar, solo nosotros mismos.  Regalo que se comparte a manos llenas con todos los que nos rodean, que no tiene límites y que no espera nada, solo el poder seguirlo dando. 

Amor incondicional.

Amor que no depende más que del nivel de consciencia de quien lo da. 

Amar por encima de todo.

 Amar porque si.

 Amar porque se puede amar.

 Amar porque se es un ser plenamente   realizado.

 Amar porque soy amor. 


Amelia Camacho Guerrero. 

18 agosto 2018. 



¡ Yo soy la fuente. !

Este concepto ha de ser algo que logre la transformación de la manera de pensar que hemos mantenido por tanto tiempo. 

Comprender este significado hace que podamos tener la responsabilidad de nuestra vida y no ponerla en otras manos. 

Saber que todo lo que vivo es mi propia creación y que puedo transformar la forma en la que experimento la realidad implica un cambio de consciencia,  una percepción distinta de la manera en que todo en el interior es manifestado y de esa manera lo expreso al exterior  porque hoy sé y me siento capaz de elegir mi manera de vivir.

Saber que todo en mi interior es lo que proyecta lo que comprendo y asi lo expreso, no hay culpables ni causantes de lo que vivo, yo soy la fuente  yo soy mi propia causa y nada ni nadie es causa para mí. 

Esto es el nivel de consciencia en el que vivo. Esto es el nivel de paz interna que disfruto y es producto del amor que ahora me doy  de la aceptación de mis decisiones no tengo conflicto interno con nada y la violencia en mi interior ya no es tema para mí. Me amo, me acepto, me reconozco porque me conozco y ahora se quien soy.

Ya no busco quien me de lo que necesito, sino que ahora quiero compartir lo que tengo y lo que soy con los que me rodean.


Amelia Camacho Guerrero.

14 agosto 2018.