La velocidad del tiempo.

Apenas se inició el año y ya estamos sintiendo el acelerado avance de los días, medio mes ha transcurrido y los eventos que observamos son de una repercusión enorme. 

Todo lo que afuera está sucediendo tiene implicaciones globales y en otro aspecto locales. De cualquier forma recibimos datos, información, influencias que podrían alejarnos de nuestro propósito para mantenernos centrados y en estado de presencia.

Así continuará la avalancha de noticias, es más aumentará conforme se vayan anunciando los cambios internacionales en la política y en el mundo de las finanzas mundiales.

Nuestro trabajo se acentúa en importancia y la disciplina y organización se hará necesaria, el orden que demos a lo que es prioridad en la vida personal, tendrá que ser tomado con mucha responsabilidad porque de ello depende la realidad que viviremos día a día.

Hicimos compromisos al inicio del año, todos ellos con la atención que los momentos de celebración y emociones que conectan con el corazón lleno de bendiciones y agradecimiento por la vida y que exaltan los buenos deseos y los propósitos más elevados.

 Ahora es el tiempo de darnos cuenta de lo que nos prometimos y de lo que estamos dispuestos a cumplir.

El trabajo está en cada uno y todo pareciera que no se nos presenta muy sencillo, siempre habrá cambios y situaciones que nos sacudan y distraigan.

Los cambios no paran ni pararán. Es más nos sorprenderán aún más.

Mantengamos nuestro propósito en marcha y centremos nuestra atención en lo que más importa para así aceptar la realidad con coherencia y armonía interna, buscando siempre el amor en todas las acciones que realizamos. 


Amelia Camacho Guerrero.

11 enero 2021.