Todo nos conduce a una llamada interior para vivir el amor en nuestra vida. Todos los seres humanos ansiamos experimentar este estado que románticamente aprendimos a buscar en otras personas.
Ésto se convierte en el propósito de que nos lleve a la felicidad y al encuentro con alguien adecuado que cubra las expectativas creadas por la mente que equivocadamente se cree que se encontrará en el exterior.
Tarde que temprano nos damos cuenta de que no es así . En la realidad nos enfrentamos a desilusiones y una gran frustración por intentar una y otra vez con la misma idea.
Es hasta que volvemos al interior y nos damos cuenta de que el amor vive en nosotros mismos y que solo ahí está y ha estado siempre.
Vernos en totalidad aceptando todo lo que hay es el camino para sanar las heridas y las huellas que han dejado cicatrices que aún no sanan. Éste desconocimiento nos hizo pensar que alguien llegaría a sanar todo eso, ¡ error ! Nunca será así.
El trabajo es personal y solo uno mismo puede entrar en ese espacio intimo dónde solo nosotros podemos entrar.
Se requiere de valor y voluntad para reconocernos, de un profundo deseo de cambio y crecimiento.
Hoy, todo nos conduce a cuidarnos y a llegar a saber quiénes somos realmente.
Volver al amor es volver a nosotros.
Vivir el amor es conocernos y sanarnos.
Sanar el cuerpo, sanar la mente, sanar las emociones es primordial.
Amelia Camacho Guerrero.
3 febrero 2021.