Éste título puede parecer un poco loco pero no lo es, volver a las actividades que se han desempeñado y ver que las condiciones han cambiado es como vivir una realidad desconocida. Actitudes que hoy se manifiestan bajo reglas distintas y obligan a dar respuestas que nunca hubiéramos deseado.
La vida se ve , para cada persona, de una manera diferente, lleva la carga de la experiencia que nos ofreció un largo periodo de confinamiento y todo lo que marcó física, mental y emocionalmente ésta situación.
Es una buena pregunta para uno.¿ Qué cambió? ¿ Que me ha dado este aprendizaje? ¿Que tomar en cuenta de todo esto ? Nada ha de pasarse por alto. Para todos será importante analizar las huellas del evento vivido.
Volver a vivir. Tal vez ahora sí sea importante vivir de a deveras. Enfocar la atención en lo relevante que pudimos observar en este tiempo.
Volver a la vida con más claridad mental. Volver a la vida con mucha más creatividad. Volver a la vida con fé, con amor, con fuerza personal, con atención para lo esencial. Con cambios significativos que marquen un antes y un después. Con ánimo interior para reconocer que somos capaces de manifestar una consciencia y responsabilidad por nosotros mismos.
Dejar atrás los miedos y temores y expresar lo que somos con todas las fuerzas del ser habita en el interior de cada uno.
Vivir en aceptación y armonía. Vivir para descubrir lo que somos. Vivir cada instante y disfrutarlo venga como venga. No esperar nada y gozarlo todo.
Esta es una etapa muy buena para crecer, para abrir los ojos y aprovechar el tiempo de evolución.
Amelia Camacho Guerrero.
3 mayo 2020.