Tener una relación de buena convivencia con los demás, puede ser un objetivo en la mente de todos, sin embargo tener una buena convivencia con uno mismo no ha sido algo en lo que la mayoría se haya detenido a pensar.
Ser un buen amigo para mí mismo. ¿Como es eso? puedo llegar a pensar que lo soy, pero, ¿ realmente eso es así?, ¿como saberlo?
Esto implicaría hacer una reflexión interna con toda honestidad. Esto significa ver con objetividad como vivo conmigo en mi interior , en la mas profunda intimidad de mi Ser. Hacerme preguntas de las cuales solo yo se la respuesta. Respuestas que no tiene que saber nadie ,solo yo.
¿Vivo a gusto con mis desiciones? o, me la paso lamentando lo que hago o he hecho y busco aprobación de los demás a cada paso que doy.
¿ Son mis pensamientos generadores de inquietud constante ? ¿Tengo frecuentes estados de ansiedad que producen malestares o enfermedad ?
¿ Dependo la mayor parte del tiempo de los estados de animo de los que me rodean para estar bien ?
¿ Son los juicios de los demás motivo para para perder mi tranquilidad y mi armonía ?
¿Tengo apego por personas y objetos ?
¿ Me afecta todo lo que sucede a mi alrededor y sufro por todo lo que no es como yo lo quiero ?
¿ Quiero controlar las respuestas y acciones de los seres que me rodean esperando su cambio para estar bien yo?
¿ Creo que me trato bien solo por satisfacer mis deseos y porque me satisfago ciertos caprichos ?
Darme determinadas atenciones externas no es que me quiera mucho. Conseguir lo que quiero , tampoco lo es .Realmente es mas personal el asunto.
Esto tiene que ver con el nivel de paz interna que soy capaz de generar a partir de la forma en que pienso de mi. Verme con la mayor aceptación haya lo que haya afuera. La paz interna es una cuestión propia y eso solo uno lo sabe.
Aprender a vivir en paz con uno mismo ,es aprender a pensar de otra manera, es adquirir conocimiento de lo somos y con ello promover un desarrollo psicológico que favorezca una conducta sana producto de una mente sana.
Como seres inconscientes de nosotros mismos, tenemos una mente enferma de muchas ideas y paradigmas que han modelado una conducta dependiente del mundo y de los demás. No hemos conocido nuestras verdaderas necesidades para ser capaces de darnos lo que desde el interior requerimos, todo lo pedimos de los demás hasta convertirnos en parásitos en las relaciones que tenemos, haciendo a todos responsables de la felicidad , el amor , la alegría , etc.,
Nadie es responsable de lo que en el interior se vive, cada uno elige como se siente ahí dentro y nadie puede, excepto uno mismo, decidir lo que uno quiere experimentar en cada impresión y momento de su vida.
Hacernos cargo de ello es la liberación personal, es cuidarse y ver por uno mismo para también ofrecer a los demás , en verdad , lo mejor y solo lo mejor de uno mismo a los que amamos.
Nosotros somos los portadores de lo mejor viviéndolo y saboreándolo primero nosotros y luego compartiéndolo con todos.
No puedes dar lo que no vives, lo que no conoces, lo que no tienes. De otra manera solo es una ilusión que tarde que temprano vivirás como la gran desilusión que al despertar produce un sufrimiento del cual culparás a otros.
Amelia Camacho.
25 Septiembre 2012.