Vivir desde la gratitud.

Muchas veces hace falta darse cuenta de que detrás de cada beneficio y de cada cosa que se disfruta existen infinitas personas participando en la vida de todos.

Es una cadena de amor hecha de acciones y de tareas que se realizan con amor y pasión por lo que les ocupa.

Amor por la tierra en que siembran, amor por lo que producen, amor por lo que crean, amor por lo que enseñan, amor por el servicio que día a día nos ofrecen casa, vestido y sustento.

Muchas personas hacen trabajos muy complicados y difíciles que facilitan los servicios que disfrutamos.

Nosotros también formamos parte de esa cadena que ofrece a otros algo de lo que muchas veces ni cuenta nos damos.

Es necesario tener presente que cada acción que realizamos llega a alguien y ese alguien se ve afectado de muy diversas formas.

Para algunas personas pueden ser actos intrascendentes pero no siempre es así.

Tener consciencia de cada cosa que compartimos equivale a crear y ser muy atentos para que la vida de todos sea tocada por nuestra participación consciente.

Damos al mundo todo lo que emanamos, frecuencias que expresan nuestros sentimientos y emociones, nuestros pensamientos e intenciones, nada queda sin ser compartido.

Siempre hay un intercambio entre todos, impresiones para el desarrollo de consciencia y crecimiento psicológico.

Nada es por que si. Estamos dando y recibiendo continuamente, el intercambio es todo el tiempo, nos demos cuenta o no.

¿ Has pensado en lo que aportas día a día? , ¿ Es tu expresión, tu lenguaje, tu comunicación de ayuda para el otro?


Amelia Camacho Guerrero.

4 diciembre 2025.