Todos sabemos demasiadas cosas y este saber es una pantalla que usa el ego para hacer creer que ya estamos en un nivel de desarrollo personal diferente a los demás. La realidad puede ser incómoda para quien confunde el llenarse de información y datos con experiencia. La mecanicidad en la expresión hace que con mucha soltura se digan conceptos y se exprese con habilidad y buena memoria el saber de otros ,sin embargo esto nunca representa el conocimiento ganado a través de la propia experiencia.
La experiencia tiene un reflejo en la vida que no puede ser imitado , ni copiado. Esta forma de vivir lo que se aprende, se percibe en la conducta y las relaciones de quien lo posee , genera un halo energético que atrae y proyecta algo diferente. Las personas que ponen en práctica el conocimiento en sus vidas , son personas que llenan su vida de sencillez, de salud , de disfrute,sin complicaciones. Todo esto se debe a que cada vez reducen mas los conflictos internos, no hay pleito ni oposición a lo que la vida les ofrece y su nivel de aceptación es muy amplio, Su constante observación a sí mismos les ayuda a asumir la responsabilidad de sus estados internos y no culpan a nadie de lo que viven., son profundamente agradecidos , porque han comprendido que todo es siempre en su beneficio .
Aplicar todo lo que se aprende es la meta del que busca la verdad de su vida, no solo la acumulación de información , por relevante que sea. Esta puede provenir de grandes maestros, pero nunca le pertenecerá a quien no la aplique con la voluntad de cambio y el deseo de transformación interna.
Amelia Camacho Guerrero.
18 mayo 2014.