Morir antes de morir. Desaprender lo aprendido y soltar el apego con el personaje y su historia.
Toda tu historia es la vestimenta del alma para recordar quien eres. Cada momento vivido dio identidad creada para sobrevivir y experimentar lo humano.Dejar que se desvanezca es recordar que fue el camino vivido para despertar a la verdadera identidad.
No se suelta porque se cree necesario mantener lo que nos une al imaginario, a lo que creíamos ser.
Que harías si supieras que no hay nada que proteger. Nada que mantener y todo era ilusorio.
El apego se identifica con necesidad. Llena un espacio que ahora ocupa la consciencia de si.
Por esa razón todo cambia y las relaciones son muy distintas cuando hay esa transformación.
Hay que buscar relaciones que te vuelvan más tu. No escuches solo a alguien que te dice lo que quieras oír.
Resonancia con quién vibra en la frecuencia acorde a la nueva etapa de desarrollo.
Compasión hacia ti mismo para evitar el juicio y la constante recriminación por errores y emociones discordantes.
Comprensión y aceptación.
A mayor crecimiento en tu vida mayor humildad.
Amar sin buscar aprobación será natural.
Coherencia cardíaca con coherencia mental.
Aceptar es mirar con el corazón.
Historias son defensas que protegen la imagen.
Tu vida sostiene tu verdad.
Evidencia de la sensación que percibes en cada encuentro, sentir será más importante que pensar.
La resonancia con el presente te hace vivir en armonía y sin conflictos.
Buscar la soledad para entrar en uno mismo y disfrutar del contacto con la totalidad.
El cuerpo como mapa del alma nos orienta en la comprensión de la realidad que experimentamos.
Todo es "Eternidades contenidas en un momento."
Amelia Camacho Guerrero.
28 octubre 2025.