Parecería, para mucha gente, que pensar en la paz , en el amor y en el bienestar, no tenga algún efecto ante las circunstancias que vivimos. Bastaría con poner atención para darnos cuenta por cuanto tiempo hemos fortalecido y creado la realidad con pensamientos de desgracia, de pobreza, de sufrimiento y de miedo. Hacernos conscientes de la fuerza mental, de la inconsciencia, de la poca confianza que ponemos en lo que hacemos y de sus consecuencias, es necesario para dar marcha atrás y ahora ir en sentido inverso.
En este mundo hay muchas personas que están participando en un movimiento poderoso que emana de manera consciente deseos de paz y de armonía para el mundo y las frecuencias de esa energía han de manifestar sus frutos. Queremos ayudar a que esto se logre. Queremos vernos superando todo lo que daña y destruye. Queremos que termine este tiempo de dolor. Para ello tenemos que decidir participar. Esto requiere una fuerte voluntad para dejar de poner atencíón a los miedos y temores que alimentan día a día a todos. Hemos de empezar a confiar en la fuerza de la paz en nosotros mismos, en lo que significa sabernos participantes y creadores de la realidad que vivimos. Esto es equivalente a no aumentar la violencia con la propia violencia. Esto es tener la convicción, la certeza, la fe de que somos capaces de ayudar desde nuestro interior, con lo mejor que tengamos.
Para muchos esto resultará hipotético y tal vez hasta absurdo o ilusorio. Recordemos que vivimos en un mundo de ilusiones donde lo posible no se acepta tan facilmente. Ha sido mas sencillo creer en todo menos en uno mismo.
Creamos en la Paz , creamos en lo que somos capaces de lograr y alimentemos lo que nos enriquece y no lo que nos destruye.
Atrévete a pensar diferente, atrévete a decirlo y mas aún a crearlo.
Amelia Camacho Guerrero.
10 Noviembre 2014.