Todo lo realizado en la atención a nuestro trabajo interior, hoy se expresa en la manera en que vivimos, la forma en que percibimos la realidad y el mundo interno que hemos creado.
Cada experiencia, cada momento en que aplicamos algo de lo comprendido se manifiesta en nuestras acciones, en nuestras emociones y en la forma en que nuestras palabras salen ahora con nuevos significados.
Nada es igual y todo el escenario, que también se transforma , se ve con otros ojos.
Podemos detenernos para observar detenidamente nuestras relaciones, las cotidianas, en casa, en el trabajo, en la vida social, toda forma de contacto con lo externo y ahí nos daremos cuenta de la transformación que ha tenido nuestra vida.
Los conceptos que predominaban y que habíamos mantenido por mucho tiempo ahora pueden verse diferentes y podemos reconocer el gran trabajo que realizamos.
El bienestar que sentimos es nuestra obra, el cuidado que nos ofrecemos, la atención que nos damos, todo lo que compartimos con los demás tiene otra tonalidad y otro matiz.
La consciencia con que actuamos nos deja ver el crecimiento del amor en nosotros y para nosotros.
Es necesario ver como día a día somos capaces de darnos lo que, tal vez nunca, nos detuvimos a ver y lo mucho que necesitábamos.
Atendernos es un acto diario, no ha de ser temporal ni momentáneo es y será una forma de vivir, una práctica amorosa para uno mismo.
La transformación que estamos presenciando a todos los niveles hace que esto sea indispensable, ya que si nosotros nos cuidamos estaremos en condiciones de vivir lo que venga con respuestas conscientes ante cualquier circunstancia y en cualquier lugar.
Nada ha sido en balde, todo cuenta, de todo hemos aprendido y lo seguiremos haciendo.
La gran tarea somos nosotros, en nosotros y por nosotros.
Amelia Camacho Guerrero.
26 marzo 2023.