Todos somos maestros.

Todos somos maestros y todos somos alumnos, todos en cada momento enseñamos y aprendemos. En cada instante de la vida transmitimos algo a los demás y por esta razón hemos de festejar la maestría y el aprendizaje que todos recibimos en cada momento de la vida.

Ser conscientes de lo que enseñamos es también ser conscientes de lo que recibimos como enseñanza de todos los demás.

 Cada uno está recibiendo siempre  y es conveniente darnos cuenta de que enseñar es algo muy grande y es una responsabilidad que nos concierne a todos.

Reconocer a un maestro es también reconocernos como maestros y percibir con atención y conciencia aquello que transmitimos.

Honrar a un maestro es honrar también al maestro que vive en cada uno y darnos cuenta de que aprender es una acción constante.

Admirar a quien nos enseña es el reflejo de lo que todos hacemos. Impactar con nuestra presencia y dejar una huella de amor en los que nos rodean no es algo que se recuerde si la consciencia de lo que hacemos no está presente.

Muchos transmiten información y datos pero son menos los que tocan el corazón y marcan nuestra vida de forma indeleble.

Honor para aquellos que viven en el interior de nosotros dejando un legado de experiencia y conocimiento, transformación y cambio.

Honor para aquellos que tocan el alma con sus palabras y contactos. No todos permanecen muy cerca, algunos encuentros son efímeros, tal vez no volvemos a verlos y sin embargo nunca los olvidamos.

Otros nos acompañan por mucho tiempo y su enseñanza pudiera pasar desapercibida pero el tiempo compartido  ayuda a reconocer lo recibido. La consciencia permite discriminar entre lo que nos favorece para el desarrollo y crecimiento y lo que ya no resulta útil. 

Innegable es que siempre aprendemos algo.

Concierne ahora elegir, bajo nuestra responsabilidad lo que tomamos y lo que hacemos a un lado. 

Agradecer es indispensable, seleccionar también, recordar que todo ha sido indispensable para la experiencia que vivimos asumiendo la forma en la que percibimos la realidad.

Reconocimiento y agradecimiento para todos los que viven en nuestro corazón, por todo lo que nos dieron y gracias infinitas para nuestro maestro interior que siempre nos guía con la sabiduría y amor que existe siempre en el ser que somos.


Amelia Camacho Guerrero.

14 mayo 2022.