Tiempo para integrar lo que se ha aprendido.

Hoy podemos ver la aplicación del conocimiento que hemos aplicado en nuestro diario vivir. 

Innumerables momentos en la vida cotidiana nos permiten ver y comprobar la experiencia que hoy tenemos por la atención que nos damos y disfrutamos.

La coherencia se practica cotidianamente y será el reflejo de lo que hemos hecho nuestro por la comprensión del conocimiento.  

Nuestro lenguaje y todas nuestras actitudes lo manifestarán en el enfoque de pensamiento, sentimiento y acción alineados en la misma dirección. 

Aunque podamos creer que la coherencia es fácil de aplicar no debemos hacernos ilusiones porque requiere de mucha atención interna para observar lo que conlleva.

Esta práctica ayuda a la toma de decisiones correctas, para nosotros, permitiendo que eliminemos los conflictos que genera la discrepancia entre lo que se piensa y lo que se hace.

La problemática interna tiene una raíz en la falta de coherencia derivada de la ignorancia creando preocupaciones y sufrimiento por la guerra mental, la contradicción de ideas, la falta de orden, la incapacidad para aquietar  a la  loca de la casa.

El ego se siente bien alimentado cuando la mente está en caos, todos los" yoes " están activos y aportan material para la confusión gastando mucha energía.

La forma en que hemos vivido podría convencernos de que la vida es así, a fin de cuentas, todo el mundo se preocupa y los demás tambien responden de esta manera. Pensar tan inconscientemente nos mantiene dormidos y continuamos en ese estado de sueño. 

Si practicamos la coherencia tendremos que vernos, que estar al cuidado de nosotros y nuestras acciones, de los sentimientos y emociones para atenderlas y así dedicar tiempo y amor a nosotros mismos . 


Amelia Camacho Guerrero. 

3 septiembre 2018.