Primavera es tiempo de creación, de nuevas cosas, de ciclos de regeneración y de propósitos que se refuerzan con energía intensa que llena de entusiasmo y de vida. Tiempo para nuevos frutos y nuevas ideas. Momentos para dedicar mucho cuidado a todo aquello que se quiere renovar. Es una invitación de la naturaleza para iniciar este ciclo con interés en aquello que queremos cosechar mas tarde. Como toda cosecha, esta tiene un proceso que no hay que descuidar nunca. El cuidado que pongamos en aquello que es de nuestro interés ahora será lo que lleve al resultado deseado. El ímpetu de la primavera es fuerte pero deberá mantenerse a lo largo de todo el proceso.
Los cambios que te propongas, especialmente en tí, deberán ser atendidos día a día, momento a momento y no decaer a pesar de que parezca que no se logra nada. Todo esto pone a prueba la templanza que se va logrando en cada paso. Ser consistente congruente en esto, no es algo fácil para muchos porque la mente voluble hace que quieras cambiar de dirección. Habrá que poner mucho de tu parte para lograr ese objetivo.
La luz que trae consigo la primavera ilumina todo, aprovechar esta luz en la mente y en las ideas, en el gran potencial que como seres creadores tenemos nos dará la fuerza para obtener los mejores resultados.
Esta energía es poderosa y confiar en ella es es un aliciente para la vida. Si dudas observa la naturaleza ella aprovecha todo y nos muestra con su esplendida belleza como todo puede ser, las plantas, el cielo, las flores, el sol. Todo se llena de luz y nos da una actitud llena de vida.
Los eventos cotidianos pueden afectar si nos dejamos ir en ellos, pero la vida sigue y todo cambia mas rápido de lo que nos damos cuenta. Nada es para siempre y nada es para tanto.
Amelia Camacho Guerrero.
28 Marzo 2016.