Querer dejarlo, querer vivir de otra manera conlleva la voluntad de lograrlo y eso solo la persona que lo vive lo puede decidir. Podemos amar profundamente a alguien que vive así y hemos de ser conscientes de que tomar en nuestras manos su cambio, no es posible. Acompañar amorosamente y con profundo respeto lo que ella misma decide experimentar y esperar a que ella decida hacer el cambio.¿ Y que hacer mientras eso ocurre ? No tomar decisiones por ella, no aconsejar, solo orientar, escuchar, acompañar y amar mucho para resistir a la egoica idea de tomar en las manos una salvación que no nos corresponde y que además no podemos hacer.
Si ya has hecho esto sabrás que tu tampoco has salido de la prisión del sufrimiento sino hasta que así lo decidiste y esto te permitirá comprender que todo depende de la persona y de nadie mas. No juzgues, no ataques, no critiques nunca sabrás lo hay dentro de alguien que está viviendo un sufrimiento, puedes deducir, puedes interpretar pero saber.... solo el que lo vive.
Amelia Camacho Guerrero.
15 junio 2015.