Dejar ir todo lo que representa un apego tanto a cosas, personas, emociones, ideas, aprendizajes, creencias, costumbres y paradigmas que con la realidad actual se ven sacudidos y cada persona afronta de acuerdo a su propia percepción.
Dentro de los muchos trabajos que cada persona realiza para su crecimiento personal encuentra los obstáculos que le impiden la liberación de la mente.
Esto se identifica como apego, adicción o hasta obsesión, lo cual resulta un arduo trabajo de introspección.
No para todos es sencillo reconocer ésto. Aceptar que vivimos tan dependientes de tantas cosas equivale a a desnudarse emocionalmente y vernos vulnerables.
El ego fortalecido se nutre de inconsciencia. Se defiende impidiendo reconocer y aceptar lo que le quita poder.
Amelia Camacho Guerrero.
22 junio 2020.