Desapegarse de objetos es liberarnos, es romper ataduras que nos unen al pasado, a situaciones inexistentes o a personas y afectos que pertenecen a otros momentos de la vida. Vivir en el presente equivale a dejar ir lo vivido para poder crear momentos nuevos y ser capaces de disfrutar el hoy con amplitud y sin la sombra de lo que ya fué.
La preocupación por carecer, por tener miedo a la ruina esclaviza y provoca la acumulación que conduce a la codicia. Tenemos muchas mas cosas de las que realmente necesitamos y en mas de las ocasiones ni siquiera disfrutamos las muchas que tenemos.Es tiempo de aprovechamiento inteligente de los recursos, empecemos por nosotros.
En todas las casas hay : la vajilla, los manteles, los vestidos, los adornos, las joyas, las pertenencias y los regalos provenientes de personas muy queridas, que hoy , o están pasadas de moda, no nos quedan, nos fueron dadas por seres que amamos y que por supuesto creemos que representan a las personas, pero solo son objetos que ocupan lugar y espacio. Lo valioso de todo eso permanece en nuestra memoria y en nuestro corazón.
Compartir todo esto para que alguien mas lo disfrute antes de que no le sirva a nadie, favorece para desalojar la mente y la casa permitiendo y favoreciendo el flujo natural de la abundancia en todas direcciones.
Lo que retienes a alguien le hace falta, comparte y ayuda a que la energía de la riqueza se mueva y llegue a mas personas.
Amelia Camacho Guerrero.
4 Diciembre 2014.