Una de las grandes tareas es enfocar la atención donde uno quiera, para esto se necesita que la mente se calme. Esto para algunos resulta punto menos que imposible ya que han estado acostumbrados a atenderla todo el tiempo y además creen que no tienen poder sobre ella. La falta de disciplina ha hecho que ella vaya a dondequiera y se ha creído que tiene todo el control.
Estar en silencio para muchas personas es verdaderamente difícil ya que se escucha solo la voz de la mente tratando de llevar la atención a todas partes. Estar en silencio interno significa quitar la atención a la mente mecánica y lograr la paz que tanto se desea. Esto requiere de práctica y de voluntad constante para lograrlo.
Hemos estado acostumbrados a estar fuera de nosotros y al intentarlo, la mente protesta y se activa para distraer mas. Puede ser que en los primeros intentos veamos desesperación, ira, molestia, coraje o cualquier otra respuesta que nos haga olvidar la tarea. Hay que insistir una y otra vez.
Escoger un ambiente adecuado, tener la firme voluntad para intentarlo, hacerlo en grupo favorece el logro porque así no nos daremos por vencidos tan rápido. El grupo ayuda porque hay intención compartida.
Busca espacios para realizar esta práctica y sabrás que tanto te beneficia. La mente mecánica no es la mejor consejera, en la quietud podrás sentir tu presencia y llegar al interior de ti, visitar tu casa, conocerte y disfrutar de todo objetivamente. La quietud de tu cuerpo habla de la quietud de tu mente.
Amelia Camacho Guerrero.
24 Noviembre 2014.