Ser uno mismo.


Todos hemos expresado el deseo de vivir en autenticidad, de ser lo que sabemos que somos y compartir con los demás aquello que existe en nosotros de forma genuina.

Son tantas las pantallas que hemos creado que ir descubriendo la luz ha sido una ardua tarea. Cada capa, que la ignorancia protege, se ha fortalecido a fuerza de repeticiones hasta nutrir la identidad creada a tal punto que soltarla equivale a no saber quiénes somos.

Desprenderse de la falsa identidad requiere de recordar lo que sí es para así sustituir la equivocada idea que forjamos de nosotros mismos.

Recordar, observar, reconocer a nuestro verdadero ser marca un cambio determinante en la vida. Soltar todo lo que incorporamos como verdadero necesita de un crecimiento consciente y de honestidad para reconocer y aceptar lo que no somos pero que hemos sostenido por el tiempo de inconsciencia.

Nada puede ser cambiado mientras no tengamos algo que poner en su lugar.

Por esa razón el cambio no se realiza con solo saber, hay que pasar por el reconocimiento y aceptación de la verdad que resuena innegable desde el interior.


Amelia Camacho Guerrero.

25 noviembre 2019.