Cumplir años y acumular tiempo no necesariamente significa saber y actuar como una persona adulta. Tenemos muchos casos y seguramente muchos ejemplos de lo que esto es y podremos encontrar estas respuestas en los mas cercanos a nosotros e incluso en nosotros mismos.
Podemos hacer juicios acerca del comportamiento de los demás y desconocer lo que significa la adultez.
El diccionario define al adulto como la persona desarrollada física, mental, psicológica y emocionalmente.
En estos rubros hay que tener en cuenta muchos factores que se ven manifestados a lo largo de las etapas de la vida adulta.
Las muchas decisiones que se expresan en estas situaciones conllevan experiencias que invitan a la exploración de las diferentes facultades de los individuos despliegan adquiriendo desarrollo en cada área del comportamiento humano.
Las diferencias en la formación y crecimiento, los estudios, la vida en familia, el nivel económico y social ofrecen estímulos distintos y niveles de responsabilidad que varían según la edad.
Todo lo vivido va dando oportunidades a cada individuo de acumular conocimientos y responsabilidades para dar respuestas y tomar decisiones.
Lo más importante es que el desarrollo psicológico que se adquiere brinde la confianza y la tranquilidad, para que la persona viva en armonía interna sin la confusión mental que desajusta la vida emocionalmente, creando estados psicológicos que impiden el disfrute de cada paso en el camino del crecimiento.
Fomentar el apego, la sobreproteccion, el exceso de control, la exigencia del cumplimiento de expectativas ajenas, limitan el crecimiento propio, convirtiendo a las personas en seres dependientes e incapaces de tomar las riendas de su vida.
ASUMIR la responsabilidad personal es un gran paso en la evolución de todos los seres humanos, tanto de los padres como de los hijos. De padres responsables, hijos responsables.
Habrá que revisar la propia respuesta para verificar con verdad si es cierto que somos responsables. Asumir lo propio y dejar vivir a los demás lo que cada uno decide, respetando y aceptando la capacidad que tiene para vivir lo que ha elegido, es un regalo de consciencia.
Los mayores hemos de crecer en la responsabilidad para que los que nos siguen aprendan del ejemplo que les ofrecemos.
Vivir y dejar vivir.
Amelia Camacho Guerrero
11 septiembre 2018.