Sanar con amor.

Tenemos la oportunidad de expresar el amor a un personaje muy especial en la vida de todos.

El padre siempre ocupa un espacio en el corazón, la vida está llena de su presencia y de todo lo que hemos recibido de él.

El confinamiento ha marcado de formas diferentes las relaciones y la que tenemos con nuestros familiares, es ahora distinta.

Celebrar a nuestro padre será siempre, no solamente un día al año, muy importante para darnos cuenta de que esta relación merece nuestra atención.

Para muchos puede ser el momento de sanar respuestas, emociones, acciones que no hayan sido satisfactorias por falta de cuidado y entrega.  Impedir que el tiempo pase sin darnos la oportunidad de hacer algo para que tener una vida armónica con nosotros mismos y con él, es primordial para crear un vínculo sano de rencores, malentendidos, ausencias, descuidos que el gran amor que le tenemos puede resolver.

El merece reconocimiento y expresión de lo que sentimos y tenemos para él.

No escatimar esfuerzos que nos conduzcan a un acercamiento directo al corazón, a dar lo que en vida podemos demostrar.

Éste tiempo ha hecho que revaloremos lo más importante en la vida y dar amor a nuestros seres queridos es indispensable.

Tener consciencia clara de lo que significa contar con su incondicional presencia puede ofrecernos un regalo maravilloso e indiscutible. Nuestra capacidad de amar se manifiesta en la forma en que convivimos con el. 

Sugiero un ejercicio de amor para ese día.

Prueba que sientes al darle tu abrazo, tus caricias, tus besos sólo recordando cuántas veces estuviste en sus brazos recibiendo su amor, cuántas otras sus manos te sostuvieron para hacer muchas cosas, cuántas veces su beso de buenas noches fue el regalo para su corazón al regresar del trabajo cuyos frutos sirvieron para darte todo lo que pudo.

Papá merece escucharte, oír de tus labios el agradecimiento por estar contigo, por darte cada una de las cosas que haz disfrutado.

Hoy está contigo y si ya no está llena tu corazón de amor, es un amor que te sana a ti, te nutre a tí y llega a él de la forma más sublime : en amor y por amor.


Amelia Camacho Guerrero.

20 junio 2020.