Escuchamos repetidamente que el trabajo personal requiere de soltar y desprenderse de creencias, ideas, apegos y desaprender mucho de lo que hace que nuestras respuestas sean condicionadas por lo que ha quedado grabado a fuerza de la repetición de estímulos y manera en que hemos vivido.
Deshacerse de creencias, hacer cambios que modifiquen la conducta y todo lo que hace que la consciencia se exprese, es producto de la voluntad de cambio en la vida personal.
Sin embargo podemos caer en la ilusión de haberlo conseguido y esto no será más que el auto engaño al creer que estamos haciendo una transformación que necesita mucho más que solo información que nunca alcanza un profundo nivel de comprensión.
Trascender las creencias implica ir por encima de lo aprendido y salirse de lo condicionado, romper con todo aquello que nos obliga a actuar por uno mismo.
Rendirse para dejar de nutrir al ego.
Esto puede ser engañoso porque simplemente otro aspecto del ego nutre una personalidad espiritual que satisface la nueva creencia, que resulta ser solo una ilusión nueva.
Renunciar es el resultado del conocimiento personal y de la consciencia que percibe la realidad de manera diferente. Decisión para cambiar. Valentia para aceptar lo que somos y hemos estado ocultando por la ignorancia de nosotros mismos.
Descubrir que la fuerza interior está en nosotros y que podemos confiar en nosotros mismos. Esto hará que la renuncia sea evidente y nos separe de la inconsciencia al responder desde los condicionamientos y creencias aprendidas.
Tomarnos en cuenta y confiar en nuestra propia voz.
Amelia Camacho Guerrero.
22 julio 2020.