Este título invita a revisar lo que a lo largo de mucho tiempo se ha mantenido como aprendido y fijo en nuestra vida.
Nada es, ni ha de ser, inamovible. Guardamos ideas y conocimientos, información, costumbres que nos han impedido ver un panorama más amplio que nos facilite la aceptación de los cambios que el diario vivir nos ofrece. Soltar, desprendernos de la ilusoria forma de vida que, en la inconsciencia, nos hace vivir dentro de todo un esquema acorde a la sociedad que determina como debe ser la vida; es una tarea que todo aquel que se enfrenta a su realidad interna puede ver, como algo difícil de lograr.
Despertar de la ilusión, salir del sueño profundo implica dejar muchas cosas atrás. Ver todo con otros ojos y abrirle paso a la consciencia de lo que somos es una meta para toda la vida.
Crear percepciones propias, ideas generadas de la consciencia personal, atreverse a ser diferentes, a actuar de manera diferente sin tener miedo a ser rechazado, a ser lo que cada uno es con la plena aceptación de si mismos , a ayudar a otros a que también sean ellos mismos y dejen la falsa idea de que complaciendo al mundo se logra la felicidad.
Salir de las programaciones que conducen la vida de todos, dejar a un lado todo condicionamiento y educar también con libertad para conocer otra forma de existencia. Todo esto pide ser el objetivo de la vida de todos.
Esto sería un gran paso para la humanidad entera para realmente dejar de vivir en el miedo y el temor.
Para crear lo que todo ser humano desea para si y para los suyos. Salirse del programa mental que hunde al hombre en el sufrimiento y la frustración de no poder ser lo que es.
Todos quieren ser auténticos pero no saben que es eso ni como lograrlo.
Para Ser hay que dejar de ser y de hacer lo que hasta ahora se ha aprendido, hay que des-aprender lo aprendido y crear formas nuevas de vida.
Amelia Camacho Guerrero.
11 Enero 2016.