Rendición.


Ésta acción se puede realizar cuando se ha comprendido que la forma en que se ha vivido ya no ofrece ninguna posibilidad de rescatar el ser de la inconsciencia ni de la ignorancia. Es cuando el ser clama por manifestarse y existe el deseo de obtener todas las respuestas que el alma ha buscado afuera.

Es cuando ir al interior de uno mismo ofrece el mejor camino para ese tan deseado encuentro. El momento de recordar lo que verdaderamente somos, hemos sido y siempre seremos.

Puede ser un tiempo de incertidumbre y confrontación muy importante, tiempo de profunda introspección y más que nada de verdad, nuestra verdad.

Rendición ante la fuerza amorosa del ser que adquirió voluntad y presencia y que ahora somete a la falsa identidad.

Rendirse a seguir fingiendo lo que no somos, ser lo que podemos ser, sin temores, sin miedos. Manifestar todos los atributos del espíritu que somos, con la libertad que sólo el ser nos da.

Vivir en el cuerpo honrando y valorando sus capacidades y talentos, haciendo uso de todo lo que nos ofrece y expresando la creatividad en la forma en que elegimos vivir.

Crear conscientemente la realidad que deseamos, ayudar desde la luz para que otros también lo logren.

Estamos en un momento muy especial de nuestro desarrollo y es necesario estar atentos a nuestras respuestas y estados internos.

Aplicar el conocimiento adquirido y convertirlo en experiencia viva.


Amelia Camacho Guerrero.

4 noviembre 2019.