Esta cuarentena nos ha dado el tiempo para mantener la atención y la relación con nosotros y con los demás de formas que nunca habíamos practicando.
Hacemos uso de la tecnología y de lo que cada uno tiene disponible para estar en contacto con los demás. Tal vez ahora el teléfono es más usado porque nos hace falta escuchar las voces de los que amamos y dado que la cercanía y contacto no es posible, la voz de todos cubre la necesidad de contacto físico.
Nada se parece a abrazar y tocar a los otros. Nada es igual a verlos a los ojos y sentir sus presencias.
Hoy podemos darnos cuenta de lo valioso que es la cercanía, el contacto y la transmisión de la energía que compartimos con todo.
La voz adquiere tonos distintos, como si en esos momentos de comunicación quisiéramos entregar lo que por el momento no es posible.
Si sientes la necesidad de hacer llamadas, hazlas! Esto también implica un cambio. El teléfono celular ha creado el hábito de mandar mensajes y transmitir, hasta lo más importante a través de pocas palabras, evitando así la comunicación directa.
Hoy habrá que replantear esto. Expresar lo que sentimos , comunicarnos con los que nos importan y estar presentes en la ausencia con la presencia .
Amelia Camacho Guerrero.
23 abril 2020.