No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra , ni del mar.
No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.
No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego.
No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.
No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.
No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.
No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno.
No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni de Rizwán.
Mi lugar es el sinlugar ; mi señal, la sinseñal; mi identidad, la sinidentidad.
No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al Espíritu
que emana del Amado y Él mismo Es.
He desechado la dualidad, he visto que los mundos son uno;
Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida ;
no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana.
Muhammad Rumi.
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Amelia Camacho Guerrero.
9 Diciembre 2013.