Poder que delegas, se pierde.

En la inconsciencia ni siquiera nos damos cuenta de que regalamos nuestro poder a muchas personas y cosas.

Así vamos por la vida construyendo las ataduras que más tarde crean todo tipo de esclavitud y sufrimiento.

Aprendemos a llevar a cabo estas acciones de todo el entorno, así es el sistema de creencias que vamos adquiriendo. Así se vive en el mundo mecánico. Los antecesores también lo hicieron y por esa razón todo convence de que eso está bien, así viven todos.

Creamos apegos a diestra y siniestra y nos sentimos bien por ello. Hasta que estos no  satisfacen las expectativas creadas y con la apertura de la consciencia vemos las razones de todo el sufrimiento. Todo es creado en la mente, y la creencia ,la idea nutre el apego,...y es solo una idea.

Dar el poder que nos pertenece a otros es un crimen contra nosotros mismos.  Recordar constantemente que cada uno es dueño de su amor, felicidad, alegría, tranquilidad,  paz interior y de todo lo que solo se experimenta dentro de nosotros mismos ,es también recuperar el poder personal, soltando y liberando a otros de una responsabilidad que no les corresponde. Mediante este cambio los demás estarán para recibir de lo mucho que podemos ofrecerles y así no dependemos de ellos ni ellos de nosotros.

Dar deja de ser un simulacro, recordando que no puedo dar lo que no tengo.

Poder que no se ejerce se pierde.


Amelia Camacho Guerrero.

22 julio 2019.