Para todos los amigos del espejo de las palabras.


Estamos en casa y con todo lo que esta situación especial requiere.

Nos extrañamos y deseamos vernos y compartir las sesiones que tanto nos nutren y nos permiten compartir experiencias y emociones, palabras y abrazos.

Por el momento nuestro trabajo personal es con nosotros y con el entorno, con nuestros familiares y más que nada con nosotros mismos.

La aplicación de todo lo que hemos comprendido se hace visible para poder observar como usamos lo mucho que logramos en el mundo interior.

Es ahora cuando valoramos lo que sirve saber quiénes somos y la necesidad de mantener nuestro enfoque en la presencia de la atención en lo que sucede en nosotros.

La realidad nos está ofreciendo una oportunidad para desplegar ampliamente formas diferentes de respuesta ante algo nuevo y desconocido.

Tenemos la capacidad de responder conscientemente y es el escenario actual el terreno de manifestación de todo lo que somos.

Vernos ante la distancia, la ausencia de otras personas y de estímulos diferentes hace de este periodo algo que no pensamos que podríamos vivir.

Estar en nuestro pequeño mundo, lidiando con fricciones cotidianas permite que veamos que hace falta escuchar, atender, cuidar, mostrar y darnos cuenta de que es ahí donde está nuestra gran tarea.

Los seres que amamos nos están dando la mano para crecer, para crear realidades diferentes, para darnos cuenta de lo esencial y esto reclama nuestra presencia y atención.

Este confinamiento está siendo muy complicado para muchos, muy sencillo para otros, pero para todos es un momento de reflexión y encuentro con nosotros mismos.

El salón de los espejos es el lugar donde vivimos. Algunos reflejos son muy claros, otros difusos, pero todos son para vernos como tal vez no nos hemos visto.

No es tiempo para distraernos con el exterior, éste puede saturarnos de datos e información dañina y aún esto es para aprender a discriminar lo que nos aleja de la atención hacia nosotros.

Estaremos juntos para compartir lo ganado, para volver a vernos a los ojos y sentir la presencia de Dios en cada uno y valorar todo con la consciencia de saber que hemos hecho de éste tiempo algo útil.

Los saludo con mucho cariño y les mando muchos abrazos desde un corazón lleno de amor y bendiciones para todos.


Amelia Camacho Guerrero.

28 abril 2020.