No te obsesiones con ningún resultado.

Mucho de lo que ahora hemos de hacer en nuestro proceso personal propone cambios de formas de pensar para acercarnos a nuestro centro.

La compulsión por lograr una meta, por llegar a ver lo que una experiencia promete obstaculiza la objetividad que necesitamos para mantener la coherencia y la neutralidad que conduce a la aceptación de lo que es.

El constante deseo de conseguir algo,crea expectativas y tensión interna que no facilita soltar la necesidad de relajarse para dejar que todo se manifieste libremente.

La obsesiva búsqueda de un logro consume mucha energía, la atención que se da a ese propósito debilita la creación de la realidad basada en la confianza y seguridad.  Esta actitud crea dudas y confusión.

Este momento es para dejar del lado cualquier acción que obligue a esperar el resultado por medio de otras voluntades. Nadie puede ofrecernos avance en el proceso de evolución y de desarrollo de la consciencia.

Todo es un proceso íntimo, todo es un camino natural que no ha de forzarse, que no puede ser obligatorio.

La exigencia personal, el deseo de ser más espiritual, más consciente, la idea de liberación de la inconsciencia y el deseo de experimentar estados de consciencia que no se han alcanzado, hace que la obsesión se exprese como algo natural del proceso.

Esta actitud alimenta al ego espiritual que crea el engaño de estar acercándose al objetivo.

Engañarse en este punto es muy fácil. La ilusión, la imaginación juegan un papel muy importante.

Tener la clara idea de lo que queremos , hará que la mente y la consciencia se mantengan alinieadas y no se pierda el enfoque hacia el ser que somos.

Es fácil perder el rumbo.

Avanzar centrados en el interior sin querer llegar a ningún lado, sólo ser, ser ,ser siempre y en todo momento.


Amelia Camacho Guerrero.

10 junio 2025.