No desees ser un orgullo para nadie.


Pretender que los demás te den reconocimiento o que dependas de ellos para poder valorar lo que haces, equivale a hacerlo todo para satisfacer las expectativas que los demás han puesto en tus manos para sentirse felices o halagados por tus triunfos. Muchos no se percatan de lo mucho hacen para cumplir con las personas y siempre escuchan discursos que los comprometen de maneras increíbles.

 Hacer lo que se hace para que otro se sienta bien, para hacerlo sentirse orgulloso o halagado puede resultar un trabajo infructuoso.

Hay personas que se han pasado la vida esperando ser recompensados por hacer lo que los demás esperan de ellos y nunca lo consiguen ya que nunca es suficiente para el otro. Los esfuerzos pueden ser enormes e incluso implicar el sacrificio de las propias metas y aun así no consiguen el reconocimiento que esperaban y las demandas son cada vez mas grandes.

De los padres, de la familia, de muchas personas podemos recibir enormes apoyos y ayudas invaluables, las que hay que agradecer infinitamente, ser conscientes de la importancia que tiene lo mucho que recibimos y de la generosidad con se nos han ofrecido, sin embargo, no hemos de caer en el chantaje ni en la manipulación de quienes exigen una respuesta a la medida de sus deseos.

Compartir nuestros logros y recibir las felicitaciones y aprecio por lo que hacemos va acompañado del reconocimiento propio en lo que ha significado el trabajo realizado.

Vivir la alegría que provoca en otros es verdaderamente maravilloso. La mejor forma de agradecer es reconocer lo que se recibe. 

La mejor forma de disfrutar es no generar deuda con nadie por lo que se ha dado, porque si hay deuda hay cobro y este puede ser para toda la vida que de ser así se vuelve impagable.

Cuantas cosas se hacen en la vida para enorgullecer a los demás, cuantas otras para lograr complacer, otras mas para esperar alguna recompensa : son muchas, a veces muchísimas.

Comparte todo lo que logres, disfrútalo con todos los que amas, ayuda todo lo que puedas y nunca esperes nada por ello.



Amelia Camacho Guerrero.

8 Septiembre 2014