Neutralidad en la consciencia.



Practicar la neutralidad en todos nuestros actos es un ejercicio de mucha, mucha atención, esto requiere una constante observación y coherencia en pensamiento, sentimiento, palabra y acción.

El ego ha dirigido nuestras respuestas por mucho tiempo y excluirlo de su participación en la vida es un reto.

Esto no significa que sea imposible, de hecho ya no es lo mismo que cuando empezamos a ocuparnos de nosotros mismos. Ahora podemos reconocer cuando aparece y aunque aún logre captar el control nos damos cuenta de ello y podemos cambiar el foco de atención para ir en la dirección correcta.

Soltar la percepción de la dualidad en la que nos mantiene es también hacernos conscientes de la incongruencia en la que caemos.

Vivir en la dualidad nos hace estar juzgando , comparando, observando siempre hacia el exterior y esto nos impide estar en nuestro centro, en el interior de nosotros. Por supuesto que esta respuesta genera mucha inquietud y ansiedad, impidiendo que vivamos en bienestar, paz, armonía y por lo tanto que nos absengamos de ocuparnos de lo que verdaderamente nos concierne.

Salir de la tercera dimensión equivale a tomar en cuenta nuestra presencia y vivir la neutralidad en nuestra conducta.

Ir siempre hacia adentro y mantenernos al cuidado de nuestro corazón, escuchando nuestra voz interior, ampliando nuestra consciencia para que este proceso de Ascención y evolución se manifieste en nuestra realidad en cada acto de la vida, sigue siendo el cumplimiento de el propósito primordial de este momento.

Seamos testigos y no actores, seamos observadores conscientes para superar los eventos que se nos presenten.


Amelia Camacho Guerrero.

16 marzo 2021.