Navidad y Año Nuevo.

Red ball decorating a Christmas tree outdoors  Stock Photo

Los momentos actuales nos hacen pensar diferentes cosas, desear, festejar, celebrar, comprar, visitar, pasear y también nos invitan a reflexionar y hacer revisiones de lo experimentado.  Cosas que tal vez no quisiéramos recordar y otras que no quisiéramos olvidar.   Personas que pasan por nuestra vida dejando huellas indelebles, acciones que provocan agradecimiento eterno, amor que sella nuestra alma, contactos que nunca se pierden, distancias que traen a la mente imágenes que nutren el corazón.  

Todo está en el interior llenando nuestra vida de experiencias y de momentos irrepetibles.  Recordar todo esto es también llenarnos de consciencia de lo vivido, de aquello que día a día ha ido construyendo lo que hoy es la cosecha que gozamos y compartimos.

El sentimiento que nos inunda es grato, es de un sabor incomparable. Es nuestra vida la que podemos saborear al ritmo del recuerdo.  Sin juicio, sin dolor, sin resabios, sin molestias.  Solo haciéndonos conscientes, regalándonos una reflexión tras otra para sentirnos vivos y nutrirnos de lo creado. 

El año que empieza es el lienzo donde haremos nuestra siguiente obra.  Tenemos experiencia , ya hemos pintado otros lienzos, ¿ como será este ?, ¿ tengo pinturas nuevas , o será hecho con materiales viejos y anticuados ?, me renuevo o seguiré con lo mismo haciendo que la monotonía siga su curso.  El tiempo es el tiempo y solo eso,  ¿  que haces tu con el tiempo ? eso es lo importante eso es lo que cuenta.  Cada año nos ofrece escenarios distintos y somos nosotros los que vamos a actuar en ellos. La obra la vamos a crear nosotros. 

El tiempo es nada si no es convertido en obra.


Amelia Camacho Guerrero.

18 Diciembre 2016.