Merecimiento.


Creerte merecedor de todo lo que llega a  tu vida.  Sea este un propósito a cumplir.

Lo que impide que nos veamos y nos sintamos merecedores de los regalos que el universo nos ofrece,  es producto de creencias , emociones y pensamientos de devaluación de nuestro ser. Lo que hemos tenido y vivido a lo largo de nuestra experiencia humana y que no hemos sanado, que no hemos reconocido y que ha hecho que perdamos la fe y la confianza en nosotros mismos.

Por mucho tiempo dejamos de creernos valiosos y aprendimos a vernos  inmerecedores de los beneficios disponibles para la humanidad.

Tanto escuchamos que estamos separados de la divinidad que no aceptamos que somos la manifestación del creador en este plano. 

Aprendimos muy bien a creer que debíamos ganarnos ese merecimiento y eso no iba a ser posible con el autoconcepto tan deteriorado que construimos en el abandono de nosotros mismos.

Todo fue creado para luchar por lo que deseamos experimentar, había que demostrar, que probar, que satisfacer expectativas para poder recibir el visto bueno de alguien y así ser considerado merecedor de algo. 

Siempre juzgado, siempre valorado, siempre criticado y nunca visto con objetividad. Nunca visto con aceptación y con neutralidad.

Nacimos con el merecimiento de todo en esta vida. Nada nos es negado.

Aprendimos a creer que no era así y a negarnos a través de las creencias y actitudes ancestrales que también hicieron lo mismo que nosotros.

Hoy estamos rompiendo paradigmas y costumbres, estamos reaprendiendo a vernos de diferentes formas con una nueva consciencia, con una visión limpia de significados contaminados por la ignorancia.

Hoy sabemos que merecemos una experiencia llena de logros y de todo lo que nuestra vida requiera para experimentar está oportunidad de conocer la dimensión en la que estamos.

Podemos concedernos lo que queramos y cambiar la manera en que nos vemos y nos descubrimos a cada instante.


Amelia Camacho Guerrero.

31 octubre 2023..