Encontrarnos y empezar una relación puede llevarnos a diferentes tipos de experiencias. De este inicio puede surgir el deseo de formalizar algo tan apresuradamente como se quiera o tan lentamente como los integrantes lo decidan. El éxito de eso no depende del tiempo que dure el noviazgo ni de lo mucho que nos tardemos en decidirlo. Tampoco depende de lo ideal que pensemos que es la persona encontrada ni tampoco de la edad de los involucrados. Tampoco de si se cumple con ciertas reglas sociales o religiosas.
Las relaciones cualesquiera que estas sean. dependen de muchos factores que han sido analizadas por estudiosos y especialistas y que parecen reunir muchas condiciones.
Todas las personas le dan significados distintos, por ejemplo, al matrimonio que para muchos cumple con un requisito social para afianzar el género de la persona, para no quedarse solo al final de la vida, para formalizar una relación por un embarazo,porque la edad asusta y el tiempo se va, porque se pierde la libertad, porque da miedo que no funcione, porque ......mil cosas que la realidad que viven no les favorecen.
Enamorarse y vivir en amor son cosas distintas, exponerse a compartir la vida con alguien no tiene garantías, atreverse a un compromiso con uno mismo, no es igual a creer que el compromiso es con el otro, ser fiel a uno y a lo que uno desea y las emociones que se viven, no es igual a demandar la fidelidad de otro, Tampoco es crear la la expectativa de que la pareja es para satisfacer cuanta demanda se me ocurra. Bajo estas ideas podemos pensar que hay muchas fallas de entrada de las cuales no nos damos cuenta.
Conocernos y preguntarnos lo que pensamos acerca de esto puede aclarar nuestros significados para ayudarnos a establecer una relación muy sana.
Un matrimonio es una relación de convivencia para nuestro desarrollo y crecimiento. Una relación que hace que podamos ver nuestras características con aceptación ya que son proyectadas en la pareja y esa pareja está todo el tiempo frente a nosotros. Nos muestra lo aceptable y lo que no vemos en nosotros. Es una relación para nuestra evolución y crecimiento. Es una constante fricción, pero con nosotros mismos. De ahí que una pareja tiene el nivel de las fricciones que supera. Mientras menos se acepta de uno mismo, mas difícil es la relación. Nos daremos cuenta que si bien , una relación matrimonial es maravillosa, lo es por el nivel de consciencia de los seres que la forman. A mayor crecimiento de consciencia de ambos, mayor armonía y menos conflictos. Si los integrantes tienen conflictos internos sin atender, los proyectarán en la pareja y esta relación se verá ensombrecida por la culpa hacia el otro.
Amelia Camacho Guerrero.
7 Noviembre 2015.