Un mes para reflexionar y dar atención a todo lo que hemos pensado y aprendido acerca de las muchas formas en que las mujeres hacen oír su voz para concientizar a la humanidad sobre el trato que la mujer ha recibido y sigue recibiendo en un mundo tan desarrollado como el que vivimos.
Infinidad de expresiones manifiestan la necesidad de atención a la desigualdad que el género femenino vive en todo el mundo.
El reconocimiento que por siglos se ha mantenido oculto en la mente y que necesita ser expresado a toda voz, resuena como un clamor que no puede ser callado por más tiempo.
Las mujeres se han hecho ver de maneras evidentes en todos los campos de la actividad humana, con excelencia y sin embargo, aún así, no se ha conseguido que se le dé un lugar como el que merece .
Es ella, la que paso a paso, ha ido despertando a su propio reconocimiento y ayudando a otras mujeres a hacer lo mismo.
El esfuerzo de muchas ha sido inspiración y ejemplo, no ha sido fácil para una mayoría pero ha sido valiente y valioso su trabajo.
Nosotras mismas, volteamos a ver a aquellas, muy cercanas, madres, hijas, amigas, que surgen en la vida cotidiana resolviendo problemas y superando circunstancias complicadas y muchas veces no nos damos cuenta de que ellas nos representan a todas, de que enseñan a otras expresando valentía y poder y que se ganan a pulso el respeto y el reconocimiento que debieran recibir de manera natural.
Felicidades a todas las mujeres que tanto se esfuerzan y que de mil maneras construyen y transmiten consciencia de lo que somos en este mundo.
Amelia Camacho Guerrero.
8 Marzo 2018.