Podrías pensar que para que tú ser se manifieste habrá que aprender diferentes técnicas o hacer algo que requiera de un profundo apoyo externo.
Ser es más fácil de lo que puedo imaginar.
Ya somos lo que somos. No hay que aprender a ser. La gran tarea es reconocer lo que somos. Y luego de eso solamente serlo.
Por supuesto que ese divino ser ha sido encubierto y disfrazado, protegido con tal eficiencia que llegó a ser desconocido para uno mismo.
Ahora hay que descubrir, quitar tantas y tantas protecciones que eso es lo que obstaculiza su encuentro.
Vivimos con tal ignorancia de lo que somos y de las razones que nos condujeron a esta condición , que ahora pensamos que sería muy complicado lograrlo.
Conocernos es ir quitando las capas que cubren nuestra verdadera identidad. Por eso cada aspecto de la ignorancia que descubrimos da luz a un aspecto del ser que somos.
Así vamos cambiando la percepción que tenemos de nosotros mismos y reconocemos lo que no somos, lo que hemos creído que éramos y surgimos con nuestra identidad verdadera.
Ahí estará nuestra atención para fortalecer con consciencia y verdad el conocimiento de nuestro ser.
Reconocernos con virtudes que creímos tendríamos que aprender, que pensamos que sería difícil expresar para darnos cuenta de que son y han sido nuestra identidad y que hay que reconocerlas y manifestarlas en cada acto de nuestra vida.
Ser es más sencillo que no ser.
La base , el fundamento de esta acción, es y será la consciencia que que tenga del ser que Soy.
Creer en lo que Soy, no solo saber lo que soy, serlo de verdad y expresarlo en cada uno de los actos de mi vida.
Amelia Camacho Guerrero.
2 julio 2024.