Magisterio de vida.

Portrait of woman standing at center of circle formed by business people  Foto de stock                                                                                                                         

No solo aprendemos en la escuela. No solo aprendemos de los maestros que formalmente tenemos en instituciones y grupos ni solo de papá o mamá.   Todo lo que nos rodea y los que nos rodean nos enseñan siempre algo. Muchas veces pasamos desapercibidos los muchos maestros que han dejado huellas perdurables en nosotros y que ahora son enseñanzas que nos acompañan en cada paso que damos.

Día a día convivimos con muchas personas y cada una tiene una cosa que ofrecernos así como nosotros le ofrecemos algo también.  Para muchos no es fácil darse cuenta de esto porque no vemos con claridad el tema que está frente a uno.  Esas enseñanzas escondidas son muy valiosas.    Hay quien con sus actitudes nos muestra el camino a la humildad, otras el camino hacia el servicio desinteresado, hay quien nos muestra un espejo en el que vemos la soberbia que no podemos reconocer en nosotros, otros mas todo aquello que muy difícilmente veríamos solos y que solo cuando lo tenemos en frente provocando nuestro malestar, coraje o reacción podemos percibir como algo propio.    Son muchos los maestros que habrá que tener en cuenta, son muchas las maneras en que el diario vivir nos ayuda a vernos y a crecer. 

Agradecer toda esta enseñanza no es fácil por lo ciegos que estamos ante las muchas formas en que la consciencia nos favorece para darnos cuenta de lo obvio, todo esta en nosotros y en ninguna otra parte.  

Cada momento nos ofrece algo, cada instante tiene algo que podemos percibir.  El que tenga ojos para ver sabrá poner atención en lo que es y no perderá la oportunidad de reconocer algo de si mismo, la oportunidad está de ambos lados siempre,  así como uno puede aprender algo quien está frente a uno también. 

Vivimos en el salón de los espejos y nos reflejamos en todos.  El reflejo puede no ser de lo mas grato siempre, pero siempre es nuestro, por tanto es inútil tratar de ver para otro lado. 

Este magisterio es permanente, nunca cesa, es y estará ante nuestros ojos y nuestra tarea será estar atentos para aprender lo mas que podamos aprovechando las muchas oportunidades que damos y nos dan todos.

Gracias a los maestros que en la vida nos enseñan tanto, muchas muchísimas veces sin que nos demos cuenta.


Amelia Camacho Guerrero.

16 mayo 2016.