Cotidianamente hacemos y recibimos favores y no siempre percibimos con atención las infinitas formas en que la ayuda llega a nuestras manos.
Muchas personas ofrecen apoyo y favores sin siquiera percatarse de ello. Muchas personas dan mucho para obtener recompensas por lo que dan. Muchas formas de ayuda se disfrazan de favores para obtener satisfacciones a necesidades que no han sido atendidas desde el interior.
Un favor es algo que no tiene precio, algo que no se paga,algo que se recibe en un momento de necesidad y que llega como algo muy especial. Algo que solo el que lo recibe puede valorar. El que hace el favor no sabe lo que esa ayuda significó.
El que recibe puede creer que está en deuda pero nunca es así. No hay deuda porque es impagable.
Los favores son para tener consciencia de lo que se recibe y crear el más profundo agradecimiento, fruto de lo más elevado del alma humana y así recordar eternamente la bondad de los que nos acompañan.
Los favores no han de ser intercambio de atenciones porque así dejan de ser favores y se convierten en expectativas de cobro.
Todos nos ofrecemos el intercambio de impresiones para despertar la consciencia y hacer un favor es una de ellas.
Dar en consciencia y recibir en consciencia.
Amelia Camacho Guerrero.
17 Julio 2017.